
14 de febrero: José Martí y sus consideraciones acerca del amor
Este 14 de febrero, al igual que ocurre en otros países, en Cuba se celebra el Día de los Enamorados y por ende el amor parece estar más presente, mediante entrega de flores, tarjetas, intercambio de mensajes, regalos y otras actividades en la vida de muchos hombres y mujeres, no importa la edad.
El amor ha constituido a su vez en forma frecuente fuente de motivación para muchos creadores cubanos que han plasmado en sus obras la trascendencia de este bello sentimiento que entrelaza y fortalece a los seres humanos y a los pueblos en general.
José Martí, figura cimera de la historia de Cuba, catalogado como el Apóstol de la independencia y a su vez como nuestro Héroe Nacional, ofreció definiciones muy bellas en relación con el amor.
Precisamente en uno de los poemas que elaboró asegura:
Que viví sin amor fuera mentira.
Todo espíritu vive enamorado:
El alma joven nuevo amor suspira.
Aman los viejos por haber amado.
Específicamente éste es un fragmento del poema de José Martí titulado “Flor Blanca”, publicado el 27 de junio de 1875 en la Revista Universal de México.
Martí resaltó en este poema la trascendencia y presencia del amor tanto en los jóvenes como en personas de mayor edad.
Para él resultaba lógico que el amor en su sentido más general e integral pudiera estar presente en las diferentes etapas de la vida de los seres humanos.
En realidad puede afirmarse que el amor fue siempre savia inspiradora para José Martí.
En trabajos periodísticos, en cartas, en sus poemas y en los discursos que pronunciara hizo referencia en reiteradas oportunidades al significado que le atribuyera a la existencia del amor para la vida.
Podemos citar al respecto que en el folleto titulado Guatemala que elaboró en 1877 durante su estancia en ese país centroamericano, publicado en México al año siguiente expresó: “Cuando nací, la naturaleza me dijo: ¡ama! Y mi corazón dijo: ¡agradece!”
Puede decirse que Martí como hombre de gran sensibilidad actuó motivado por el amor y su vida tuvo una correspondencia plena con lo que fuera plasmando a través de sus escritos y discursos.
El 29 de abril de 1893 en el periódico “Patria” señalaría al respecto lo siguiente: “La única verdad de esta vida, y la única fuerza es el amor. En él está la salvación y en él está el mando. El patriotismo no es más que el amor. La amistad no es más que el amor.”
Dos años después en una emotiva carta que le enviase a María Mantilla, fechada el 9 de abril de 1895, también Martí expresaría al referirse al amor:
“Amor es delicadeza, esperanza fina, merecimiento, respeto.”
Más allá de José Martí a través del tiempo muchos otros poetas, compositores, escritores y artistas cubanos han tratado en sus obras acerca del simbolismo del amor.
Y hoy citamos un poema de la prestigiosa poeta y escritora cubana Dulce María Loynaz, que se hizo acreedora por parte de Cuba del Premio Nacional de Literatura, y que además recibió el Premio Cervantes otorgado por la Real Academia de la Lengua española.
Se trata del poema titulado Balada de un amor tardío, en el que señaló:
Amor que llegas tarde
Tráeme al menos la paz;
Amor de atardecer, ¿por qué extraviado
Camino llegas a mi soledad?
Amor que me has buscado sin buscarte,
No se que vale más
La palabra que van a decirme
O la que yo no digo ya...
Amor... ¿no sientes frío? Soy la luna:
Tengo la muerte blanca y la verdad
Lejana... –No me des tus rosas frescas;
Soy grave para rosas. Dame el mar...
Amor que llegas tarde, no me viste
Ayer cuando cantaba en el trigal...
Amor de mi silencio y mi cansancio,
Hoy no me hagas llorar.
En este 14 de febrero, en que se resalta de manera muy especial la trascendencia del amor, llegue nuestra felicitación a todos aquellos que no sólo un día sino en forma constante, o tal vez mejor dicho, siempre, tienen en cuenta la importancia de la presencia de este bello sentimiento que entrelaza a los seres humanos y a los pueblos.
Recordemos pues, otra definición expuesta por José Martí:
“ ¡Con el amor renace la esperanza!”