_6205d26da4e30.jpg)
Viceministro primero informa sobre comportamiento de la economía cubana en 2022
Por Jeniffer Rodríguez
Señaló que tras un año de decrecimiento (2020) y uno de un discreto crecimiento (2021), en el mes de enero muchos indicadores se comportaron según lo previsto en el Plan.
Se recibieron 86 mil visitantes internacionales y se lograron acopiar 30 mil toneladas más de productos agrícolas respecto a igual período del año precedente, “lo cual evidencia que se empieza a apreciar el efecto de las 63 medidas aprobadas para estimular la producción agropecuaria”, dijo.
A decir del viceprimer ministro, se continúa con la ampliación y perfeccionamiento de los actores económicos, y puntualizó que ya suman cerca de 2 mil las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), y esto comenzará a tener un mayor impacto en 2022, pues ahora, se encuentran en el proceso de constitución, registro y creación de condiciones.
Todo ello, aseveró, va dirigido a incrementar las ofertas.
Gil Fernández reconoció que aunque el comportamiento de los indicadores en enero pasado fue positivo, no se logra satisfacer aún la demanda; no obstante, se avanza y eso es importante.
También se ha trabajado en incrementar las facultades de la empresa estatal, el principal actor de la economía cubana; y ya 200 entidades aplican la nueva organización salarial, lo que implica que no están obligadas a emplear la escala salarial, comentó.
Agregó que existen problemas objetivos, de bloqueo, falta de divisas y de infraestructura, pero también hay muchas potencialidades y reservas sin explotar y hacia ahí deben ir las miradas.
Respecto a la inflación expresó que es actualmente un fenómeno mundial y que en el país constituye el principal tema de debate y preocupación.
Subrayó que esta se debe al incremento de los costos de importación y al déficit de oferta; no obstante, aclaró, en el país se han mantenido con precios fijos servicios básicos como la electricidad y las comunicaciones, y productos tales como el combustible y los de la canasta familiar normada, aun cuando los costos se han incrementado en el mercado internacional.
Gil Fernández explicó que la solución no es incrementar los salarios pues esto llevaría a un aumento de liquidez en manos de la población, que volvería a repercutir en el alza de los precios.
“Además, el incremento de los salarios aumenta los costos empresariales; las empresas tienen que llevar ese gasto a sus fichas de costo”, indicó.
Tampoco existe una posibilidad real de palear la situación con la importación de productos debido al déficit de divisas, por eso se apuesta por la producción nacional.
Sobre el mercado informal de divisas explicó que la solución no es establecer una tasa de cambio flotante, pues esa no sería la solución del problema.
Detalló que para poder establecer una tasa de cambio oficial de divisas es fundamental la sostenibilidad y poner una determinada cantidad de dólares en ese mercado, sería ponerlo a competir con los dólares que se utilizan para respaldar las necesidades básicas del pueblo.
“No hay más dinero. O utilizamos los dólares para pagar el barco de arroz o combustible, o dejamos el barco a un lado y ponemos los dólares en el mercado cambiario”.
El Ministro aseveró que en este sentido se debe ir avanzando de manera gradual y selectiva; diseñar algunos mecanismos para el acceso a la divisa de exportadores, de algunos productores nacionales que pueden proveer de bienes a las tiendas en pesos cubanos y a los que les hace falta adquirir divisas para importar insumos.
Gil Fernández se refirió también a las tiendas en MLC y recalcó que son una medida necesaria para el país y que no se puede prescindir de ellas en el momento actual, en aras de poder mantener un nivel de oferta en moneda nacional.
Estos establecimientos, dijo, benefician a todos, directa o indirectamente, porque en alguna medida les llegan productos y servicios gracias a lo que se recauda por esa vía.