
Exposición de Enrique Alfonso en el Museo Napoleónico
Revelaciones, es el título de la exposición del joven creador de las artes visuales Enrique Alfonso, que el venidero 12 de septiembre, a las 4:30 p.m., será inaugurada en el capitalino Museo Napoleónico (Calle San Miguel Número 1159, esquina a Ronda, Plaza de la Revolución), con la curaduría de Taina Cisneros Rivero, museóloga de esta institución.
La muestra estará conformada por seis cuadros (óleos sobre lienzo) de grandes dimensiones y seis dibujos (tinta sobre papel), la mayoría de estos realizados a lo largo de este año. Según el artista, se trata de una idea surgida “a raíz de la lectura, o más bien del descubrimiento de la obra de Jorge Luis Borges, ese gran genio de la literatura argentina y universal. Descubrir en YouTube varias de sus conferencias y charlas sobre el infinito, el tiempo, el arte, hicieron que me lanzara a indagar sobre su vasto universo literario, videos, audiolibros, conferencias…
“Leer y releer sus cuentos —agregó el artista— de una manera casi obsesiva, todos ellos cargados de simbolismo, de un misticismo ligado a la increíble erudición de Borges, prácticamente me obligó a buscar referencias e investigar. Me he sentido muy identificado con muchas de sus ideas de índole filosófico, su visión del arte y su imaginación para crear, lo cual constituye para mí motivo de estudio e inspiración durante muchos años más. A medida que me adentro en este universo voy descubriendo nuevas historias que me fascinan y casi que me obligan a trabajar como si de un magnetismo o una fuerza desconocida se tratase”.

Precisó que esta exposición “no es un intento de ponerle imágenes a sus relatos o de ilustrarlos, creo que eso sería muy pretencioso, sino más bien una forma de llevar al plano físico las sensaciones que me generaron esas propias lecturas, reinterpretarlos y mezclarlos con mis propias ideas y experiencias”.
En esta, su cuarta exhibición personal, Enrique propone una experiencia “que se escapa de la interpretación literal. Las piezas reunidas en Revelaciones no ofrecen certezas ni explicaciones directas. Se presentan como imágenes que desafían la lectura lineal e invitan a la pausa. Las escenas que habitan estos cuadros no obedecen a la lógica del mundo cotidiano. En ellas los cuerpos y los espacios se mezclan, se transforman, se desdibujan. Lo humano lo natural y lo arquitectónico conviven en composiciones que buscan desafiar el tiempo.
“Estas obras —dijo— no ofrecen respuestas, sino caminos. A través de gestos, presencias y tensiones se construye un lenguaje silencioso que interpela sin imponer. El espectador no está llamado a comprender, sino a atravesar la imagen con atención abierta”.

Este prolífico creador de las artes visuales ha incursionado, además, con notable éxito, en la cerámica y el papier maché. Desde hace alrededor de una década se introdujo en la pintura de manera profesional, “después de haber pasado por varios proyectos y conocido a varios artistas entre ellos a Reinaldo Hernández Valera, con quien di mis primeros pasos en la técnica del óleo y comencé a ver el arte ya de una forma más seria. Este hecho fue fundamental en mi posterior desarrollo, porque vi que existía la posibilidad de dedicarme al arte a tiempo completo. He participado en varias exposiciones dentro y fuera de Cuba, teniendo la oportunidad de compartir espacio con muchos artistas de diferentes medios”.
El Museo Napoleónico, fundado el 1 de diciembre de 1961, es una institución especializada en arte imperio, catalogada como una de las cinco más importantes del mundo y única de su tipo en Cuba. Está ubicado en una mansión construida en la década del 20 del siglo XX, y atesora más de 7 400 piezas pertenecientes a Napoleón Bonaparte o relacionadas con su contexto histórico, que incluyen pinturas, grabados, esculturas, muebles de estilo, trajes, equipo militar y armamento, artes decorativas, objetos históricos y una extraordinaria colección de libros raros y valiosos en idioma francés, inglés y español.
(Texto y fotos de Trabajadores)