
Rinde homenaje agricultora habanera a Adolfo Rodríguez Nodals
En el mejor lugar para rendirle homenaje, uno de los organopónicos de La Habana, la agricultura habanera, recordó este martes al doctor Adolfo Rodríguez Nodals, en el octavo aniversario de su desaparición física.
El encuentro se desarrolló en la Unidad Empresarial de Base Centro Organopónico Plaza, con representación de la Delegación Provincial de la Agricultura, la Filial de la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (Actaf), la Empresa Agroforestal Habana, la Delegación Municipal de la Agricultura en Plaza de la Revolución.
"Quisimos recordar de manera sencilla, pero sentida al doctor Adolfo, quien durante muchos años dirigió el Programa de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar (Ausuf)", expresó Bárbara González, jefa de la agricultura urbana en La Habana.
Entre anécdotas, remembranzas, recuerdos y enseñanzas, cada participante narró algunas de sus experiencias con Rodríguez Nodals, sus recomendaciones, los programas e introducción de especies que impulsó, su capacidad para enamorar hacia las tareas, su entusiasmo y vocación de diálogo con las y los agricultores.
Foto: Raquel Sierra
Recordaron los recorridos del Grupo Nacional de la Ausuf, donde siempre había alguna novedad a introducir, ya fuera en programas y especies como en prácticas productivas, el intercambio permanente con especialistas de diferentes institutos, el Encuentro de Agricultura Orgánica de la Actaf que se realizó hasta 2018, las experiencias con el frijol en cercas perimetrales, flor de Jamaica, fresa, las barreras vivas con maíz y sorgo, la moringa, entre otras. "Cada vez que tenía una idea positiva era para impulsar el movimiento", rememoró González.
Egidio Páez Medina, presidente de la Actaf en La Habana, recordó los inicios de la agricultura urbana en la ciudad, bajo el principio de producir hortalizas en diferentes espacios, cercanos a las poblaciones como una vía para facilitar el acceso y, a su vez, promover su consumo, su sistematicidad y su esfuerzo, divulgando y compartiendo los mejores resultados para alcanzar metas mayores y comprometiendo a productores y directivos.
Páez Medina señaló: "hoy estamos aquí, rindiéndole homenaje presente muchos de los que lo acompañamos día a día, compartiendo con ellos el trabajo, experiencias de vida surgidas del quehacer y el intercambio. Recordarlos es establecer y revitalizar en nosotros el compromiso y la entrega que siempre mostraron".
El presidente de la Actaf en la capital reconoció a otras personas que también marcaron su huella en el programa y hoy ya no están: el general Moisés Siu Wong, Alfredo Jordán Morales, Eugenio Fúster Chepe, Pablo Frías y "muchos otros que hicieron posible, con su trabajo ejemplar, facilitando que La Habana alcanzara resultados muy destacados en la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar en los años 90".
Foto: Raquel Sierra
Fernando Morell, director de la Empresa Agroforestal de La Habana, fue más atrás, al año 1981, cuando todavía en la ciudad no existían estructuras para atender la actividad agropecuaria y narró pasajes de la evolución de lo que luego devino agricultura urbana, suburbana y familiar, la llegada del periodo especial, los organopónicos populares, las coordinaciones con el general Siu Wong, el surgimiento de la Delegación de la Agricultura en La Habana, entre otras etapas.
Morell recordó otros momentos del proceso: la creación de los primeros Consultorios Tiendas del Agricultor (CTA), una especie de centro de abastecimiento técnico y material que brindaba asesoría, vendía semillas, aplicaba productos, "mientras que el punto de venta era del barrio, por el barrio y para el barrio", un principio que defendía Rodríguez Nodals, así como el surgimiento de los primeros 20 organopónicos de alto rendimiento, sin olvidar los patios, esenciales en las producciones a pequeña escala y las primeras casas de posturas en cepellón, para asegurar la agricultura.
George Ges Cruz, usufructuario de la Unidad Empresarial de Base Centro Organopónico Plaza, quien se ha mantenido durante 18 años en ese espacio productivo, también se refirió a las enseñanzas del doctor Adolfo cada vez que visitaba ese escenario, adonde llevó semillas para la siembra experimental y estudio de variedades de brócoli y coliflor, entre otras, a las que como trabajadores del organopónico debieron dar seguimiento.
El presidente de la Actaf en la capital deseó que el homenaje apunte a lo que se espera de cada una de las personas vinculadas al movimiento: "el compromiso de llevar esta agricultura a los niveles que ya alcanzó y que ahora es tan necesario o quizás más".
Fuente: Tribuna de La Habana. https://www.tribuna.cu
(Foto tomada de Internet)