El proyecto nació con la aspiración de ofrecer a los niños contenido instructivo y recreativo que les permitiera conocer su historia, la naturaleza, los avances científicos y culturales, además de fomentar valores como el amor por la patria, la justicia y la solidaridad. Martí concebía la educación como la base para formar personas íntegros que defendieran su tierra y su identidad

Cada número de la revista incluía cuentos, ensayos, poesías y relatos adaptados o traducidos por Martí, con un lenguaje claro y accesible para niños, pero sin perder profundidad ni universalidad en sus mensajes. La revista también incorporaba ilustraciones cuidadas que enriquecían la experiencia de lectura y estimulaban la imaginación

Martí defendía la idea de que la infancia es la "edad de oro", el tiempo de la inocencia y el aprendizaje, y por eso sostuvo que la educación debía preparar a los niños para la vida, dándoles herramientas para que dentro de poco fueran “hombres que digan lo que piensan, y lo digan bien”

La revista además exaltaba figuras históricas de la independencia latinoamericana sin ignorar sus defectos, enseñando a los niños a valorar tanto virtudes como errores dentro de un marco crítico y ético.

El impacto de La Edad de Oro va más allá de una obra literaria infantil. Se inscribe en el proyecto martiano de la unidad y la segunda independencia de América Latina, al apuntar a la formación de ciudadanos conscientes y solidarios desde temprana edad. A pesar de que la publicación se detuvo por diferencias con el editor, su legado educativo y literario sigue vigente como una "joya espiritual" y fuente esencial de valores para las nuevas generaciones

En suma, La Edad de Oro representa la visión inclusiva y progresista de José Martí sobre la educación y la cultura, conjugando belleza literaria, conocimiento y ética para ofrecer a los niños una obra que los impulsa a descubrir el mundo, a amarlo y a luchar por un futuro justo y libre.

Fuente: Síntesis de las plataformas del creador. 

(Foto tomada de internet)