
Armando Romeu González: Raíces y Trayectoria Musical
Armando Romeu González nació en La Habana el 17 de julio de 1911, en el seno de una de las familias musicales más influyentes de Cuba. Desde su infancia estuvo rodeado de un entorno sonoro, comenzando muy temprano sus estudios y prácticas musicales bajo la tutela de su padre, Armando Romeu Marrero, así como de reconocidos músicos como Alfredo Brito y Antonio Arcaño.
A los ocho años, Armando ya integraba la Banda Militar de Regla, desempeñándose como primer flautín. En su adolescencia, tocaba en importantes clubes y centros nocturnos de La Habana, alternando con músicos estadounidenses y formando parte de las primeras agrupaciones de jazz del paísSu rapidez para aprender y su dedicación le permitieron, ya a los diez años, tocar la flauta en la Banda Militar de Regla, y con apenas quince, frecuentaba escenarios interpretando jazz como saxofonista junto a músicos internacionales.
Descendiente de los Romeu, Armando creció en un ambiente profundamente ligado a la creación musical.Su padre y otros miembros de la familia se destacaron como instrumentistas, directores y compositores, siendo referentes indiscutibles de la música nacional y, en especial, del jazz y la música popular cubana.Hermanos, hijos y nietos de Armando han continuado la tradición, consolidando el apellido Romeu como uno de los más respetados en la historia musical cubana
Romeu fue pionero en la incorporación del jazz en los escenarios cubanos, y a lo largo de su carrera desarrolló una intensa labor como director de orquesta, arreglista y profesor. Se convirtió en maestro y referente de varias generaciones de jazzistas cubanos.Destacó por sus giras internacionales, su permanencia de más de 25 años en el famoso cabaret Tropicana, y por ser fundador y director de la Orquesta Cubana de Música Moderna en 1967, junto a otros grandes músicos como Chucho Valdés y Arturo Sandoval.
Romeu dirigió la Orquesta de Música Moderna de Santa Clara, dio clases en Moscú y Nicaragua, y desarrolló un nuevo sistema de notación Braille para enseñar las estructuras armónicas y un método para enseñar a los compositores a escribir para los músicos no videntes.
Desde su partida física, el 11 de marzo de 2002, la impronta de Armando Romeu González no ha hecho más que crecer en un ejercicio honorífico del cual no pocos músicos y escuela son deudores en la actualidad. “Siempre vi en Armando una persona exquisita, capaz de ayudar a cualquier persona que lo necesitaba”, expresó en referencia a él Bobby Carcassés, quien además mencionó algunos de los valores que marcaron su figura: “Armando fue un maestro en el más amplio sentido de la palabra, porque no solo se dedicó a enseñar música, sino que también les inculcó a sus alumnos disciplina, perseverancia, dedicación, puntualidad, respeto y seriedad”.
Armando Romeu González es recordado no solo por su virtuosismo como flautista y saxofonista, sino también por su capacidad innovadora y su contribución decisiva al desarrollo de la música cubana. Su vida y obra han dejado una huella perdurable en la cultura nacional y en la memoria colectiva de la isla.
Fuente: CMBQ.Radio Enciclopedia