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publicado el 01/04/2024

Avelino Couceiro: “Mi mayor deseo como habanero es ver a La Habana en toda su rica y casi infinita diversidad en la mejor limpieza, sin roturas ni derrumbes, ni inventos”.

Avelino Couceiro es un joven que vive en su tiempo pero parece traspolado de otro tiempo. Hoy, y a propósito de celebrarse este 31 de marzo el Día del Libro Cubano con motivo de la creación de la Imprenta Nacional de Cuba, Avelino nos llega con uno de sus últimos libros publicados (son varios los que habitan en su haber), dedicado a la historia de la emblemática calle Línea.

Su condición de autor prolífico habanero, hijo de artistas creadores, y un creador en sí mismo y conocido como profesor e historiador del municipio de Plaza de la Revolución, lo califican como una puerta adornada y segura para hablar de muchos vericuentos e intríngulis que definen a #LaHabanaDeTodos

En la recién finalizada Feria del Libro de La Habana Avelino Couceiro tuvo su espacio de presentación en la biblioteca de Calzada y 8, de su más reciente libro titulado: “Calle Línea: patrimonio cubano de la comunicación urbana” de la Editorial En Vivo, en el actual año 2023. Y por supuesto, Avelino, que Eusebio Leal está perenne en tu obra literaria sobre la Calle Línea?

Avelino Couceiro: Eusebio y su vida y obra es un símbolo ejemplar y un magisterio para todo el que se interesa por La Habana y su historia. Eusebio es una fuente inagotable de conocimientos y reflexiones sobre quiénes somos, cómo hemos llegado aquí y cómo podemos mejorar y ser una mejor Cuba y un mejor planeta como nuestro modesto aporte al universo, porque la historia yo la veo indisoluble y absolutamente ligada a todo lo demás, no en balde el método histórico lógico es universal, no hay nada que no tenga su historia, que no es solo el pasado, también el presente está haciendo historia y por eso debemos analizar y cuidar mucho nuestros pasos y huellas porque será la historia que dejaremos para bien o para mal, y depende de nosotros.

Y #LaHabanaDeTodos como la ves ahora mismo?

Avelino Couceiro: Mi mayor deseo como habanero es ver La Habana en toda su rica y casi infinita diversidad de sus tantos barrios e ínter influencias comunitarias, verla en la mejor limpieza sin roturas ni derrumbes ni inventos que con pretexto de modernizar, escondiendo sus verdaderos motivos egoístas de lucros personales sin escrúpulo alguno, pero en verdad la desvirtúan de sus raíces e historia, y sobre todo la mejor convivencia entre todos sus residentes y visitantes de donde vengan, que muchos vienen regionalistas y con odios y envidias e imponen sus propios prejuicios, abusan de los disimiles poderes y chantajes y acaban.

Quiero ver una Habana donde los nativos indolentes que no se dejen arrastrar por miserias humanoides y sus propios egos, sin dogma alguno porque hay inmigrantes que son genuinos aportes y muy legítimos hijos adoptivos. La Habana puede estar orgullosa con estos hijos. Cuando digo la mejor convivencia resalto sus mayores y más sufridas víctimas, su fauna y flora tanto doméstica como silvestre, los maltratos y condiciones infra-animales.

Deseo a una Habana diversa, que la diversidad es riqueza, diversidad coronada por las artes y las ciencias, y por el amor o al menos el respeto y la libertad para el desarrollo, y por la justicia y equidad para todos

Y tu cultura, el quehacer cultural y familiar, como encaja en este entorno de la capital de todos los cubanos?

Avelino Couceiro: Me considero un eterno e inquieto aprendiz de todo, en esa rica diversidad que ya te refería, y que es como enfoco la cultura, ese todo diverso y sistémico que muestro en toda mi obra, y ya hay varios elementos que remiten a mis padres, habaneros ambos, Manuel Couceiro Prado pintor hijo de orensanos o sea gallego radicados en la hoy Centro Habana con una modesta tintorería en calle Monte. Mi abuela Maria del Carmen de muy bajo nivel académico pero altísima sensibilidad y nivel cultural en cuya casa se hacían tertulias con Lezama Lima y otros grandes de aquella intelectualidad, las tintorerías eran negocios que expandieron a toda esa familia, su hermana mayor Jesusa Prado López mi tía abuela que viviendo cerca de mi casa nunca conocí, es un personaje histórico muy reconocido y querido en su Orense  natal donde la descubrí por casualidad en mi primer viaje fuera de Cuba en 2003 por mi primer libro, aunque en Cuba no se le ha promovido, déficit que estoy logrando suplir y ya se ha reconocido en Ecured y ahora para la revista de la Unión de Historiadores de Cuba, fue una ferviente luchadora por los derechos de los trabajadores y en particular de las mujeres, muy niña leía y arengaba en los mítines obreros de su padre, comunista líder republicana que llamaba por armas para impedir el fascismo en España, presa con su hija pequeña fue condenada a fusilamiento y torturada con simulacros de fusilamiento pero su esposo logró salvarla como ciudadana cubana.

Mi padre era también un eterno y muy inquieto aprendiz de todo como le decía mami, en eso me eduqué y lo agradezco mucho, pero además muy justiciero y honesto, valores que también le agradezco, fundador y líder del Movimiento 26 de julio y de los Festivales de Arte Universitario, la Sociedad Cultural Nuestro Tiempo, la Uneac donde al morir en 1981 era Organizador de Artes Plásticas, el Grupo Antillano, y otros, pintor con incursiones en distintas regiones de Cuba y en otros países, preso y torturado en el Castillo del Príncipe lograron exiliarlo, se enfrentaba a todo lo malo entonces y luego contra los pancistas que querían vivir de lo que no hicieron y para eso aplastaban a los demás, algunos lograron posiciones en la Revolución y él se les encaraba, por lo que fue injustamente silenciado y estigmatizado hasta que logré en su centenario 2023 que se le reconociera, lo que agradezco mucho a todos los que me ayudaron.

Mi madre Marta Rodríguez Díaz era parte integrante de cinco hermanos, con los que siempre me relacioné desde niño, incluido Lino un músico de muy buena vibra, el más joven pero el segundo en morir, tras la hermana mayor, otro ángel igual que su hijo hoy radicado en Miami y anciano entre los testigos de Jehová pero con una mentalidad increíblemente amplia y humanista, lo considero muy atípico. Los abuelos paternos de mami eran españoles pero ella nunca supo de dónde, no aceptaban cuando mi tía Carmen se enamoró y fue a vivir con un mulato, muy humilde zapatero pero todo un caballero inglés en cuanto a su exquisita educación, valores, de esos que enaltece a cualquier familia, también había problemas de homofobia que sufrió sobre todo mi tío Juan, que fue el que escogieron para criar cuando mi abuelo dejó a mi abuela con cinco hijos y la recordaban como una guajira con sus propios hijos.

Mami me determinó mucho en su afán por estudiar, incluso en mi obra de ficción le dediqué un cuento muy sentido, Los sueños de Estrellita, porque era paradigmática en eso, igual que mi padre pero era más sistemática, de niña le interesaba estudiar pero no pudo para ayudar a su familia, solo en la Revolución no solo estudió sino que invariablemente era la mejor nota, alumna vanguardia y monitora de todo ayudando a sus condiscípulos. Con 50 años matriculó la Universidad y la Alianza Francesa donde sufrió bullying por la edad y les molestaba que fuera tan buena estudiante, bullying alimentado por su profesor cubano, lamentablemente. También incidió mucho en mi por su alto sentido de la justicia y de la honestidad, de hecho confluyó con mi padre en la lucha contra Batista.

Y en tu condición de autor, historiador, comunicador, intelectual cómo evalúas el planteamiento de la historia en esa obra de la Calle Línea?

Avelino Couceiro: La historia yo la veo indisoluble a absolutamente todo lo demás, no en balde el método histórico lógico es universal, no hay nada que no tenga su historia, que no es solo el pasado, también el presente está haciendo historia y por eso debemos analizar y cuidar mucho nuestros pasos y huellas porque será la historia que dejaremos para bien o para mal, y depende de nosotros. Por mis propias motivaciones que ya te he dicho, me he formado académicamente en varias disciplinas y eso me permite una interdisciplinariedad sin la cual, no hay ciencia actual, pero no muchos lo aplican por falta de esa formación, y en mi obra se evidencia constantemente por ejemplo, los cortes antropológicos en la historia, y el enfoque histórico en todo estudio antropológico, igual con la Sociología, la Sicología Social, los estudios medioambientales, de comunicación social... Todas las ciencias sin excepción.

Un ejemplo de estos análisis sistémicamente  interdisciplinarios es este libro sobre la calle Línea, que no puedo verla ajena al resto de la ciudad, del mundo y según cada momento desde sus más remotos gérmenes, de hecho comienza con el río que define a Línea y la vida que genera alrededor desde el bosque de La Habana, los indoamericanos y otras comunidades que fue propiciando al norte hasta Malecón, que es otra vía rápida de comunicación pero no admite detenerse y es Línea el principal acceso a Malecón salvo para quienes ahí residen, y por el sur al menos hasta calle 13 y ocasionalmente, 15, llega el impacto de Línea, que desde la parcelación de 1914 es sustituida por 17 como la gran calle, y ésta desde La Rampa en 1947, por 23. Es parte de mi método y enfoque sistémico que nos acerca mucho más a la verdad científica. El libro es parte del proyecto de colaboración internacional calle Línea, que reclamaba un libro así y asumo por estudiar y publicar sobre el municipio y su diversidad durante más de 35 años, y parte de la estrategia Plaza Distrito Cultural que desde 2019 bajo la dirección e iniciativa de Harold Vergara, lleva este municipio, imbricado asimismo en las Ciudades Mil de la Unesco y de las que también soy pionero en Cuba, de la mano del cubano brasileño Felipe Chibás

Me quedan detalles, claro que ni esta ni ninguna investigación es concluyente, solo abren puertas para mayor acercamiento a la verdad. Siempre digo que soy diversamente habanero, porque nací en el hospital Hijas de Galicia creo es Luyanó hoy municipio Diez de Octubre hacia San Miguel del Padrón, mis padres vivían clandestinos en Antón Recio hoy Centro Habana, limite con la Habana Vieja, fui inscrito en el Cerro de donde era mi mamá cuyo padre de niño jugaba por la actual Plaza de la Revolución, pero desde que tengo un año y medio de nacido nos estabilizamos en mi casa actual en El Vedado, donde no entendía la dogmática imagen de barrio aristocrático, nada que ver, al irme profesionalizando lo redescubrí y revitalice como El Carmelo.

De la mano y la investigación de Avelino Couceiro La Habana, El Vedado, la emblemática calle Línea cuenta su historia, y esperamos que éste sea uno de una gran colección sobre la historicidad de nuestros municipios capitalinos, que desde lo más profundo de sus barrios, tienen siempre una hermosa historia que contar, amalgamada con el arte, la política, las ciencias, y la identidad que conforma nuestra "Ciudad Maravilla".

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1 comentarios insertados

Candelaria Pelegrino Vargas dijo:

Agradezco a la vida y sus circunstancias el haberme permitido conocer a Avelino, excelente persona, investigador de calado profundo, intelectual comprometido con Cuba y su tiempo. Felicidades colega.

04/04/2024 06:37 pm / RESPONDER