Un destacado poeta cubano, Félix Pita Rodríguez al referirse donde podía ser metafóricamente hablando encontrado el Comandante Camilo Cienfuegos, tras haberse producido su lamentable desaparición física el 28 de octubre de 1959 cuando viajaba en una avioneta desde la ciudad de Camagüey hacia La Habana, detalló lo siguiente en un fragmento de una obra que le dedicó a quién fuera calificado como la imagen del pueblo y Señor de la Vanguardia, así como Héroe de Yaguajay.

Le encontraréis vibrando, en cada nueva fábrica que canta

Su primera canción.

Miradle repetido en cada nuevo rostro miliciano,

Por el amor fundido en el sereno rostro de la Patria que nace,

Miradle vigilante en los fusiles del pueblo uniformado.

No busquéis en el mar al claro comandante

Que la muerte no mata.

Miradle en todo un pueblo convertido,

Donde su corazón sembrado se cosecha.

Es cierto lo que se patentiza en dicha obra puesto que aunque Camilo tuvo una vida breve, murió cuando tenía tan sólo 27 años, llegó a impactar en el seno del pueblo por sus condiciones como singular combatiente y dirigente revolucionario, por su carácter, por su amor a Cuba y a la Revolución y por la gran relación que tuvo con diversos sectores de la población cubana.

A través del tiempo Camilo ha estado presente en hombres y mujeres que se inspiran en él, que recuerdan como en instantes difíciles se crecía y con su ejemplo cautivaba para encarar las dificultades y seguir adelante primero en la lucha contra el régimen dictatorial y después en la defensa y desarrollo de la Revolución.

Camilo nació en La Habana en 1932. Desde muy joven  puso de relieve el gran amor que sentía por su familia y por su Patria. Y esto no sólo lo demostró con palabras en cartas que escribió a sus familiares sino con hechos concretos.  

Al respecto hay que recordar primero su participación en La Habana en manifestaciones para rendir homenaje a significativas figuras de la historia cubana, como fueron los casos de las actividades realizadas el 7 de diciembre de 1955, en el aniversario de la caída del bravío luchador independentista Antonio Maceo y la del 28 de enero de 1956, aniversario del natalicio de José Martí.  

Incluso el 7 de diciembre del 55, Camilo resultó herido cuando las fuerzas del régimen dictatorial de Fulgencio Batista arremetieron contra los que participaron en la manifestación.

En la actualidad en La Habana, de manera específica,  se pueden apreciar aspectos de la vida y obra de Camilo Cienfuegos en el Museo existente en su Casa Natal, en la calle Pocito, número 228 del Reparto Lawton, en el municipio Diez de Octubre.

Este museo fue inaugurado el 28 de octubre de 1989 y años después resultó declarado Monumento Nacional. 

También un singular reparto de la capital cubana, creado posterior al triunfo de la Revolución, se identifica con su nombre en el territorio del municipio Habana del Este. 

Y en La Habana igualmente sobresale en la Plaza de la Revolución “José Martí” un relieve escultórico que refleja su figura, muy cerca de donde se halla además el relieve dedicado al Comandante Ernesto Che Guevara.

Ambos relieves, al igual que el existente en Santiago de Cuba en homenaje al Comandante de la Revolución Juan Almeida, fueron realizados por el pintor, diseñador, escultor y grabador cubano Enrique Ávila González.

El de Camilo está colocado en la fachada del edificio del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones. Fue izado el 26 de octubre de 2009 como homenaje al aniversario 50 de haberse producido la desaparición física de Camilo.

En La Habana también hay centros educacionales, de servicios, CDR, que se identifican con el nombre de Camilo Cienfuegos, acerca de quién un gran compositor é intérprete cubano, Carlos Puebla, calificado como El Cantor del Pueblo, aseguró en la parte inicial de una canción que le dedicó:

Te canto, porque no es cierto

Que te hayas muerto, Camilo

Te canto, porque estás vivo

Y no porque te hayas muerto

Porque estás vivo en el alma

Del pueblo de tu cariño

En la risa de los niños

Y en el verde de las palmas.