Ania González Rodríguez

Dicen que “el amor entra por la cocina” y creo que los objetivos de la celebración del próximo 18 de octubre Día de la Cocina Cubana lo confirman porque esta celebración permite que crezca el amor a lo nuestro, al patrimonio, valores y tradiciones que nos definen como nación y también nos hace querer más y distinguir a los hombres y mujeres que con su quehacer, nos entran por el paladar directo al corazón.

Ya es noticia que desde este domingo 16 que inició y hasta el próximo viernes 21 La Habana se involucra en una jornada dedicada a dicha efeméride, centrada este año en la socialización e intercambio de conocimientos.

Solo que  hay  un desafío mayor para los culinarios y es que en momentos de muchas carencias para preparar platos tradicionales que tanto nos gustan hay que “inventar”, llevando a la mesa algo novedoso y económio, que resulte atractivo para toda la familia y al mismo tiempo sabroso y genuinamente cubano.

Este tiempo de celebración se caracterizará, según trascendidos de lo informado por sus organizadores en toda una gama de “conversatorios sobre comida criolla y comida regional, visitas a escuelas y encuentros con niños y jóvenes sobre soberanía alimentaria y cocina cubana, la realización de algunas ferias de pequeño formato en barrios con determinada vulnerabilidad social y económica”.

Varios municipios de la Ciudad se involucrarán con  proyectos culinarios en las actividades de la semana que tendrá su acto central el día próximo 18; Guanabacoa por su parte organiza un encuentro el día 19, en la Asociación Culinaria del municipio, con alumnos del curso de cocina cubana.

Sobre el origen de esta celebración conocimos que el Consejo Nacional de Patrimonio del Ministerio de Cultura declaró a la cocina criolla cubana Patrimonio Cultural Inmaterial de la nación, el 18 de octubre de 2019, durante la clausura del Séptimo Festival Culinario Internacional, que sesionó en La Habana, por eso cada año en esta fecha, se hace esta fiesta de los sabores culinarios auténticamente cubanos, como se ha pedido  al sector gastronómico: ¡Poniéndole corazón!