Temas de salud y sanidad se debatieron en el taller de vigilancia integrada de riesgos globales por una salud, una cita para el fortalecimiento de capacidades entorno a la salud pública y sus principales retos en nuestro país y a nivel internacional. La pandemia de COVID 19 constituyó una alerta para los profesionales de la salud en Cuba y hoy se asume la estrategia  “Una salud” como una oportunidad para conectarnos hacia el futuro.

El Taller de vigilancia Integrada de riesgos globales por una salud, una iniciativa gestada por el Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria y acompañada por el proyecto Una Salud, estrategia gubernamental estuvo dirigida a aunar esfuerzos para el logro de una mayor eficiencia en este sector, teniendo en cuenta aspectos como la vigilancia epidemiológica, la zoonosis así como la inocuidad y seguridad alimentaria.

Durante este taller se debatieron además estrategias de cooperación internacional en los temas de salud pública, vinculados con los objetivos de desarrollo sostenible para el logro de una salud óptima  en el hombre, los animales, las plantas y el medio ambiente. Estos esfuerzos llegan también desde lo transdisciplinar y se dirigen también al uso de la ciencia y la innovación en el enfoque de “Una Salud”.

Este taller de vigilancia de riesgos globales se desarrollaró en el Hotel Nacional de Cuba con la participación de representantes de sectores como la salud, la agricultura, el ministerio de educación superior, el CITMA, así como invitados internacionales que también vinculan esta estrategia a la ley de soberanía alimentaria y seguridad nutricional recientemente aprobada, y continuarán el intercambio a través de iniciativas como SISA 2023.

En el encuentro se abordó la posibilidad de dar mayor institucionalidad y visión estratégica a los temas de salud, para que el Estado y la población cubana se apropien de este lenguaje y de todos los beneficios del proyecto “Una Salud”.