El 26 de julio de 1953 un grupo de jóvenes revolucionarios  dirigidos por Fidel Castro con el asalto al cuartel “Moncada”, en Santiago de Cuba, y también con el intento de ocupar la instalación militar “Carlos Manuel de Céspedes”, en Bayamo, iniciaron la lucha frontal contra la dictadura reaccionaria que se había instaurado en el país al producirse un golpe de estado por Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952.

Las acciones acaecidas el 26 de julio de 1953 tenían como objetivo tratar de ocupar las fortalezas militares, tomar los fusiles y entregárselos al pueblo para desencadenar una insurrección popular armada.

Al fallar el factor sorpresa en ambos casos no se alcanzó el objetivo inicialmente propuesto, aunque en Santiago de Cuba el enfrentamiento con los soldados de la dictadura se mantuvo durante un cierto tiempo.

La respuesta de la dictadura ese mismo día y en los siguientes fue tremenda. Se torturaron y asesinaron a una buena parte de los jóvenes revolucionarios que habían participado en dichas acciones.

Fidel, quién se mantuvo hasta el último instante en la zona de donde estaba el cuartel, logró regresar a la conocida como granjita Siboney y desde allí decidió salir al frente del grupo que lo acompañó en ese instante en dirección a la zona montañosa de la provincia de Oriente para proseguir la lucha.

Finalmente no pudo hacer eso porque fue capturado el primero de agosto cuando se había refugiado en unión de otros dos compañeros en un bohío deshabitado muy extenuado por haber estado transitando durante varios días incluso casi sin ingerir alimentos.

Gracias a la digna actitud asumida por el oficial que se hallaba al frente de los soldados que lo capturaron Fidel no fue asesinado y resultó trasladado al vivac de Santiago de Cuba.

Casi dos meses después se inició el juicio contra los combatientes revolucionarios y Fidel, en su calidad de abogado, al asumir su propia defensa, convirtió el proceso en otra batalla al enfrentar a los soldados y oficiales de la dictadura que ofrecían declaraciones y él con sus preguntas ponía en evidencia los crímenes cometidos por los servidores del régimen dictatorial.

Ello provocó que con un burdo pretexto lo sacaran del proceso en esos instantes y finalmente fue juzgado en forma aislada el 16 de octubre de 1953. Pero una vez más combatió con la fuerza de la palabra e incluso hasta llegó a exponer un programa revolucionario en lo que fue su alegado conocido como La Historia me absolverá.   

Tras el triunfo de la Revolución, tanto al hablar en los actos efectuados con motivo de la fecha del 26 de julio como en otras actividades Fidel también expuso consideraciones acerca de cómo se organizó y llevó a cabo los asaltos a los cuarteles “Moncada” historia.

La Habana, como capital del país,  tuvo la posibilidad de celebrar en el año 1959 el primer acto central con motivo de la fecha del 26 de julio.

Ya en ese acto Fidel apreció y destacó el gran apoyo del pueblo a la Revolución al haberse congregado alrededor de un millón de cubanos en la entonces Plaza Cívica, identificada posteriormente, a partir del 16 de julio de 1961 como Plaza de la Revolución “José Martí.”

En actos sucesivos efectuados en La Habana, y también de modo muy especial en Santiago de Cuba, Fidel fue exponiendo cuestiones que han servido para apreciar cómo se fue organizando en La Habana el movimiento clandestino, cómo y en donde se realizaron los entrenamientos de muchos de los que después participaron en las acciones del 26 de julio en la provincia de Oriente y también desde donde, de diferentes lugares de la capital, salieron  los jóvenes revolucionarios sin conocer la casi totalidad hacia donde se dirigían.

Sólo estaban seguros que había llegado el instante de iniciar la lucha contra la dictadura batistiana y honrar así a José Martí, en el año del centenario de su natalicio.

Citó en esta oportunidad, a manera de ejemplo lo detallado por Fidel en el acto efectuado en La Habana el 26 de julio de 1963 en la Plaza de la Revolución José Martí.

Al comentar el gran significado que tuvo, tiene y tendrá la fecha del 26 de julio en la vida del pueblo cubano, precisó:

La importancia de aquella fecha es que abrió un nuevo camino al pueblo, la importancia de aquella fecha radica en que marcó el inicio de una nueva concepción de la lucha, que en un tiempo no lejano hizo trizas a la dictadura militar y creó las condiciones para el desarrollo de la Revolución.”

Y también resaltó:

¡Esta fecha tiene valor no como hecho que se proyecta hacia el pasado, sino como hecho que se proyecta hacia el porvenir!”

Así como una fecha que se proyecta el porvenir se celebra en este 2022 el aniversario 69 de los asaltos a los cuarteles “Moncada” y “Cárlos Manuel de Céspedes”, que en este caso tiene lugar en la provincia de Cienfuegos.

Hace tan sólo unos días en la clausura del Noveno Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su IX Legislatura, en el Palacio de Convenciones,  el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez también planteó, al resumir la trascendencia histórica de la fecha del 26 de Julio:

“La fecha, siempre inspiradora, será otra oportunidad para reflexionar y asomarnos, desde el presente y desde la historia, al horizonte que nos debemos como premio por tanto esfuerzo y heroísmo, por tanto nobleza y creatividad.”