
Toda Cuba siente partida de Ricardo Alarcón
Toda Cuba siente su partida, afirmó este domingo Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, sobre el fallecimiento de Ricardo Alarcón de Quesada.
En su perfil en la red social Twitter, el mandatario señaló que Alarcón de Quesada fue un gran patriota y brillante diplomático.
Añadió que defendió la obra de la Revolución Cubana con pasión y sólidos argumentos, enorgulleciendo al pueblo de la Isla.
“Anoche ha muerto en La Habana, Ricardo Alarcón de Quesada, gran patriota y brillante diplomático de la #RevoluciónCubana, cuya obra defendió con pasión y sólidos argumentos, enorgulleciendo a nuestro pueblo. Toda #Cuba siente su partida”.
Bruno Rodríguez Parrilla, titular del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), expresó en la misma plataforma digital: “todo nuestro homenaje al querido Ricardo Alarcón en la lealtad a la Revolución, al Partido, a la política exterior y a la gloriosa tradición de @CubaMINREX”.
La Universidad de La Habana de igual manera lamentó el fallecimiento del prestigioso diplomático y político cubano, próximo a cumplir los 85 años.
El Partido Comunista de Cuba en su página web destaca elementos de la biografía oficial de Alarcón de Quesada, quien se vinculó desde temprana edad a la lucha revolucionaria y al Movimiento 26 de Julio.
Nació en La Habana el 21 de mayo de 1937, y se vincula desde temprana edad a la lucha revolucionaria. Ingresó a la Universidad de La Habana en 1954, integrándose a las actividades revolucionarias con Fructuoso Rodríguez y a la candidatura de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) encabezada por José Antonio Echeverría.
Durante esos años, participó en la mayoría de los actos de protesta protagonizados por dicha organización. Fue colaborador del Directorio Revolucionario y se incorpora al M-26-7 en 1955, donde es organizador del aparato estudiantil de las brigadas juveniles de este movimiento revolucionario.
Entre otras actividades en el ámbito estudiantil y juvenil, fue electo Vicepresidente de la FEU en 1959 y presidente de esta organización de 1961 a 1962.
Después de graduarse, en 1962, a instancias del Canciller Raúl Roa, se incorporó al Ministerio de Relaciones Exteriores, donde se desempeñó como Director de América Latina.
En 1965, Raúl Roa lo designó al frente de la Misión de Cuba ante las Naciones Unidas, primero como Embajador Encargado, y luego, como Representante Permanente, cargo que ocupó de 1966 a 1978. En esta etapa, introdujo formal y conceptualmente el tema de la independencia de Puerto Rico en la ONU, presidió numerosas reuniones del Movimiento de Países No Alineados y fue simultáneamente Embajador en varios países del Caribe.
De 1978 a 1988 fue nombrado Viceministro de Relaciones Exteriores. Fue promovido a Viceministro Primero en 1989 y en esa posición se desempeñó nuevamente, entre 1990 y 1992, como Embajador ante la ONU, presidiendo el Consejo de Seguridad en dos ocasiones (1990 y 1991), en las condiciones particularmente difíciles creadas por la desaparición de la Unión Soviética y el Campo Socialista. Fue iniciador de muchas de las ideas que hoy constituyen la base de los reclamos a favor de la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU.
En todo este período, formó parte de la delegación cubana en las negociaciones de paz del sur de África (1988-1990) y fue el artífice de la idea de presentar un proyecto de Resolución sobre el bloqueo en la Asamblea General de la ONU (1991), cuyo primer texto escribió personalmente.
De 1992 a 1993 fue Ministro de Relaciones Exteriores.
A lo largo de su vida diplomática y también con posterioridad, fue el jefe de las delegaciones cubanas que participaron en varias negociaciones con Estados Unidos, incluyendo las que condujeron a la firma de los acuerdos migratorios de 1984, 1994 y 1995.
Acumuló una brillante hoja de servicios a la Revolución. Fue miembro del Comité Central del Partido e integrante de su Buró Político. En 1993 fue elegido Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, cargo que desempeñó durante 20 años, hasta el 2013.
Desempeñó un papel clave, bajo la conducción personal del Comandante en Jefe, en las batallas por el regreso del niño Elián González y la liberación de los Cinco Héroes.
Por su destacada trayectoria revolucionaria, recibió diferentes condecoraciones.
Atendiendo a su voluntad, su cadáver fue cremado. Posteriormente, la familia organizará un homenaje póstumo a su memoria. Llegue a sus familiares, amigos, y al pueblo que lo admiró, las más sentidas condolencias.
(Tomado de Agencia Cubana de Noticias)