
La fecunda labor creativa de Tania Castellanos
Zoila Castellanos fue una notable compositora cubana que fue conocida desde el punto de vista artístico como Tania Castellanos.
Su nacimiento se produjo en el ultramarino barrio de Regla, en La Habana, el 27 de junio de 1920, y como su familia era humilde, vivió desde la etapa de su niñez y adolescencia con limitaciones económicas
En 1939, cuando tenía 19 años, conoció el espíritu revolucionario existente en el seno de los obreros metalúrgicos, sector en el que inició su vida laboral. En el transcurso de muy poco tiempo, por su carácter rebelde y por sus convicciones, fue elegida dirigente sindical y después pasó a integrar las filas del Partido Socialista Popular.
A su vez, ya desde esa época también se fue introduciendo en el mundo de la música mediante las versiones que hacía al español de diferentes obras internacionales.
Años después, en la década de los años 40, sobresalió por el aporte que le dio al movimiento del feeling que había recién surgido en La Habana.
Tania Castellanos, el músico pianista Frank Emilio, y la cantante Elena Burke
Tania incluso luchó defendiendo sus derechos y la de otros compositores cubanos. Se enfrentó a los que controlaban los mecanismos de mercado de la música cubana, incluso algunos vinculados con consorcios estadounidenses.
Después de haberse producido el golpe de Estado de Fulgencio Batista y la instauración de un régimen dictatorial, el 10 de marzo de 1952, Tania Castellanos y su esposo Lázaro Peña, un prestigioso dirigente sindical, se vieron obligados a salir de Cuba. Se dirigieron hacia México.
Durante los años de exilio, compartió con algunos compositores cubanos, entre ellos José Antonio Méndez, y también continuó componiendo creaciones musicales, algunas de las cuales, fueron interpretadas después por destacados intérpretes cubanos y extranjeros.
Tania Castellanos, junto a su padre y su amor eterno el líder sindical Lázaro Peña
Tras la victoria revolucionaria en Cuba en 1959 pudo retornar a La Habana y de inmediato brindó su aporte decisivo al desarrollo de la música y a la vez participó en la realización de disímiles tareas que contribuyeron al desarrollo y defensa de la Revolución.
Fue fundadora de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC, institución que resultó creada en nuestro país en agosto de 1961.
Continuó trabajando en defensa de los derechos de los compositores cubanos y también contribuyó a incrementar la presencia del canto coral como forma de expresión generalizada.
A su vez, se incrementó su labor como compositora. En sus obras reflejó diversos aspectos tales como el papel y la defensa de la infancia, su amor por su tierra natal reflejada en la obra titulada Cuba corazón de nuestra América, su apoyo a las luchas revolucionarias de los pueblos, su solidaridad con la joven estadounidense encarcelada Ángela Davis, su condena a la guerra realizada por los Estados Unidos contra el pueblo vietnamita e igualmente resaltó la trascendencia histórica de la vida y la obra del Comandante Ernesto Che Guevara.
Esa creación dedicada al Che Guevara la tituló Por los Andes del Orbe.
Tania Castellanos fue una melodista por excelencia. No compuso sus canciones apoyándose en un instrumento musical, aunque, si sentía dentro de sí en forma clara las armonías y de esa forma establecía una correlación entre la letra y la música. Ella expresó en sus creaciones bellos sentimientos y aspiraciones para el desarrollo de la vida plena.
Entre las canciones suyas que alcanzaron notoriedad en Cuba y en varios países de Latinoamérica a mediados del pasado siglo se encuentran las tituladas En nosotros, interpretada por numerosos vocalistas cubanos —entre los que sobresalió Tito Gómez con la orquesta de Enrique Jorrín, y de otras latitudes, como el chileno Lucho Gatica; así como Recordaré tu boca interpretada por Omara Portuondo, y Me encontrarás inmortalizada en las correspondientes voces de Moraima Secada y Rosita Fornés.
Puede afirmarse con certeza que tanto en Cuba como en otros lugares del mundo, muchas de sus creaciones musicales han servido y sirven para que diversas parejas, al cantarlas, expresen su amor y tejan nuevas ilusiones.
Tania Castellanos falleció en La Habana el ocho de diciembre de 1988. Pero más allá de su desaparición física, sigue viviendo en la historia musical cubana y en ese sentimiento que entrelaza a los seres humanos, el amor, que fue en ella fuente de inspiración en su constante quehacer artístico.