El VIII Campeonato Nacional de Béisbol Sub-23 comenzó este sábado con el fervor de las nuevas generaciones, pero La Habana no estuvo presente en la fecha inaugural. Su debut fue pospuesto para el martes 17 en el parque Capitán San Luis de Pinar del Río, debido a la coincidencia con el Memorial Barrientos de atletismo, evento que ocupa las capacidades de alojamiento en la capital.

Este cambio, informado en conferencia de prensa por el tesorero de la Federación Cubana de Béisbol y Sóftbol, Luis Daniel del Risco, obligó a reprogramar la serie contra Isla de la Juventud para el final de la fase de grupos, aunque solo se disputará si resulta decisiva para clasificar a semifinales.

Los capitalinos forman parte del Grupo A junto a Pinar del Río, Artemisa y La Isla de la Juventud. Dos de estos rivales, La Isla (2018) y Artemisa (2014), ya saben lo que es ser campeones en esta categoría, lo que anticipa un grupo reñido donde cada victoria será crucial. La Habana buscará recuperar la corona alcanzada en 2015, en la segunda edición del torneo.

Bajo las riendas del debutante Saúl Ballester, los habaneros han armado un conjunto equilibrado que combina juventud y experiencia. Seis de sus figuras ya jugaron en Series Nacionales: el receptor Daniel Fernández, el jugador de cuadro Frank David González, el jardinero Dairon Miranda y los lanzadores Lee Andy Plumas, Misael Fonseca y Fher Cejas. Este último, útil en la pasada Liga Élite con Industriales, encabeza un cuerpo monticular llamado a ser determinante.

El campeonato, que agrupa a las 16 provincias del país en cuatro grupos, tendrá un formato de 18 partidos por equipo —seis frente a cada rival de grupo—, con juegos de siete entradas. Se competirá de martes a domingo, con doble jornada sabatina. Los dos mejores de cada llave avanzarán a semifinales, y de ahí saldrán los finalistas que disputarán el título en una serie al mejor de tres juegos.

Los futuros industrialistas continuarán su calendario los días 21 y 22 de junio cuando reciban a Artemisa en el estadio Latinoamericano. Luego, del 24 al 26, enfrentarán como visitante a La Isla. Su fase de grupos se cerrará con tres duelos más frente a Pinar del Río en casa, los días 28 y 29, y una visita a Artemisa en julio.

Más allá del resultado deportivo, este campeonato representa una oportunidad vital para el desarrollo de los talentos emergentes del béisbol cubano. Su corta duración impide una maduración completa, pero en medio de limitaciones económicas, sigue siendo un escenario imprescindible para que los jóvenes acumulen experiencia, ganen confianza y se acerquen al sueño de consolidarse como figuras del béisbol nacional.

Mientras el Guillermón Moncada abra el torneo con Santiago de Cuba recibiendo a Holguín, La Habana aguardará unos días más, pero con las ideas claras y la ambición intacta: volver a saborear la gloria Sub-23.

(Fuente: Tribuna La Habana)

Foto: Boris Luis Cabrera

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