Con profundo pesar, el mundo de la cultura cubana y universal despide a una de sus figuras más emblemáticas: Raúl Santos Serpa, conocido afectuosamente como «el pintor de las manchas». El maestro Santos Serpa falleció, dejando un inmenso vacío, pero también un legado artístico de una belleza y sensibilidad inigualables.

Nacido en Cifuentes, Villa Clara, en 1939, Santos Serpa descubrió su vocación desde la cuna, encontrando mundos imaginarios en las manchas de las paredes de su hogar, en las nubes y en los charcos de agua. Esta mirada única, que transformaba lo simple en sublime, se convertiría en el sello de su obra.

Graduado de la prestigiosa Escuela de Artes Plásticas «Leopoldo Romañach», su trayectoria fue una de las más sólidas y celebradas de las artes visuales en Cuba. Miembro de la UNEAC y de la Asociación Internacional de Artistas Plásticos de la UNESCO, el maestro Santos Serpa llevó el nombre de Cuba a los más altos foros del arte internacional, con exposiciones en la India, Francia, España, Grecia, Inglaterra y muchos otros países.

A lo largo de su vida, recibió más de cuarenta premios y reconocimientos, entre los que destacan el Premio Nacional de Dibujo de la UNEAC, la Distinción por la Cultura Nacional, el Premio Nacional de Cultura Comunitaria —por su destacada labor en el sistema de Casas de Cultura y su trabajo en la comunidad— y «La Farola», la máxima distinción de su pueblo natal.

Fuente: Canal Habana