En la mañana de este 27 de noviembre la histórica Acera del Louvre de La Habana Vieja fue el marco solemne para el tradicional acto de conmemoración convocado por la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHCH), en homenaje a los ocho estudiantes de medicina injustamente fusilados en 1871 y al capitán del ejército español Nicolás Estévanez, quien protestó valientemente por aquel crimen.

La ceremonia comenzó con las solemnes notas del Himno Nacional de Cuba, interpretadas por la Banda Nacional de Conciertos, que imprimieron un tono de respeto y recogimiento a la cita.

Posteriormente, Yoel Cordoví Núñez, Jefe del Departamento de Estudios Coloniales del Instituto de Historia de Cuba, se dirigió a los presentes para reflexionar sobre el trágico suceso. En sus palabras, Cordoví Núñez recordó no solo la inocencia y la injusticia del fusilamiento de los jóvenes estudiantes, sino que también rindió tributo a aquellas personas que, como el capitán Estévanez, tuvieron el valor de defenderlos y oponerse a la barbarie.

El acto contó con un emotivo momento cultural de la mano de Simón Carlos, actor y miembro de la Sociedad Canaria, quien dio vida a fragmentos del conmovedor poema "A mis hermanos muertos el 27 de noviembre", escrito por José Martí. La lectura sirvió para unir en el recuerdo la figura del Apóstol con la de las víctimas y subrayar el lazo perdurable de la memoria histórica.

La figura del capitán español Nicolás Estévanez fue especialmente destacada durante la conmemoración. Como bien explica la tarja colocada en la Acera del Louvre, Estévanez "dio ejemplo excepcional de dignidad, valor y civismo, al protestar públicamente contra el fusilamiento de los ocho inocentes estudiantes cubanos inmolados aquel día por los voluntarios españoles de La Habana". Su gesto es recordado como un acto de integridad y humanidad en medio de la sinrazón.

Al homenaje asistieron Perla Rosales Aguirreurreta, Directora General de la OHCH; Gladys Collazo, Directora General de Patrimonio Cultural, y Katia Cárdenas Jiménez, Directora de Gestión Cultural, lo que demuestra el compromiso institucional con la preservación de la memoria histórica y la reafirmación de los valores de justicia y dignidad que representa esta fecha.

Con este acto, la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana reafirma su vocación de mantener viva la memoria de uno de los episodios más tristes de la historia colonial cubana, honrando a las víctimas y a quienes, en un acto de pura ética, se alzaron para defender la verdad.

Fuente: Perfil de Facebook Habana Radio