Cada 25 de noviembre, el mundo se une en una sola voz para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha que trasciende las fronteras y convoca a la reflexión colectiva sobre uno de los problemas más graves que afectan a nuestra sociedad global.

Esta conmemoración, que tiene sus orígenes en el brutal asesinato de las hermanas Mirabal en 1960, se ha convertido en un movimiento mundial donde la cultura juega un papel fundamental. Desde los escenarios teatrales hasta las galerías de arte, desde la literatura hasta el cine, los creadores se suman a esta causa con la convicción de que el arte puede transformar conciencias.

Recientemente, festivales y encuentros culturales en diversos países han dedicado sus programaciones a visibilizar esta lucha. Es significativo cómo cada vez más eventos artísticos incorporan en sus agendas debates sobre equidad de género y representación femenina, reconociendo el legado de las mujeres en todas las disciplinas creativas.

Lo que ocurre en los escenarios no se queda en el ámbito de la ficción. El teatro, el cine y las artes visuales se han convertido en poderosas herramientas para cuestionar las violencias simbólicas y estructurales que persisten en nuestras sociedades. A través de historias que conmueven y personajes que interpelan, el arte logra mostrar las realidades que muchas veces preferimos ignorar.

La cultura cumple un doble papel en esta lucha: por un lado, preserva la memoria de las luchas históricas y, por otro, imagina futuros posibles libres de violencia. Cada obra que aborda esta temática, cada exposición que visibiliza el problema, cada performance que denuncia la desigualdad, contribuye a tejer una red de conciencia colectiva.

La eliminación de la violencia contra la mujer requiere del compromiso de todos los sectores sociales, y el cultural no es la excepción. Galerías, teatros, museos y centros culturales alrededor del mundo cada vez más entienden que su programación debe reflejar y promover los valores de igualdad y respeto.

Este 25 de noviembre nos encuentra con la certeza de que el camino hacia la equidad es largo, pero también con la esperanza de que cada creación artística, cada debate cultural, cada homenaje a las mujeres creadoras, acerca la posibilidad de un mundo donde la violencia de género sea, finalmente, parte del pasado.

La cultura, en su capacidad de conmover, cuestionar y unir, se consolida como aliada indispensable en esta lucha que nos convoca a todos. Porque transformar el arte significa, también, transformar la sociedad.

Fuente: Perfil de Facebook UNEAC_Cuba