Hace treinta y tres años, un 24 de noviembre de 1992, la Asamblea General de las Naciones Unidas escribía una página crucial en la larga lucha diplomática de Cuba. Ese día, por primera vez en la historia, la comunidad internacional aprobaba una resolución que condenaba de forma explícita el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra la isla.

Esta votación no fue un hecho aislado, sino el punto de partida de un reclamo que se ha mantenido ininterrumpido y que ha crecido con el paso de los años. Lo que comenzó entonces se ha convertido en una cita anual en la ONU, donde una abrumadora mayoría de naciones manifiesta su rechazo a una política considerada anacrónica y dañina.

Más que una simple condena diplomática, esta resolución anual se ha erigido como un símbolo del repudio global a una medida que, en esencia, busca someter a un pueblo mediante la asfixia económica y el sufrimiento. Lejos de lograr sus objetivos, el bloqueo ha fortalecido la solidaridad internacional con Cuba, poniendo en evidencia el aislamiento de la potencia que lo impone, en lugar del de la isla que lo padece.

Hoy sirve para recordar que la voluntad de un pueblo y el apoyo mayoritario del mundo son muros de contención frente a una política que, tras más de seis décadas, solo persiste en su fracaso.

Fuente: Cancillería de Cuba