Nacida en Santa Clara, fue en su ciudad natal donde dio sus primeros pasos en el mundo del arte, forjando el camino de una leyenda. Su trayectoria se consolidó en las emblemáticas emisoras que definieron una época.

Comenzó en Radio Habana Cuba, donde su voz, en perfecta sintonía con la de Fernando Alcorta, se convirtió en el sello identificativo de esa prestigiosa emisora internacional, llevando el nombre de Cuba a todos los confines del mundo.

Sin embargo, fue en Radio Progreso, la Onda de la Alegría, donde Lilia Rosa se convirtió en un miembro más de la familia cubana, su talento versátil brilló con luz propia: desde la seriedad y precisión de los noticieros, hasta la amenidad de las revistas informativas y la calidez de los programas musicales. Sus transmisiones en vivo eran una muestra de su dominio del medio y su conexión única con el público.

Su arte trascendió los estudios de radio. En el cine, trabajó bajo la dirección del mítico Santiago Álvarez, prestando su potente y clara locución a importantes documentales que marcaron la cinematografía cubana. En la pantalla chica, su voz fue también un elemento familiar, escuchándose en menciones, promociones y en el recordado espacio "Este día".

Más allá de todos sus méritos y condecoraciones, lo que verdaderamente definió a la maestra Lilia Rosa López Silverio fue su humildad, su sencillez y una humanidad que brillaba tanto como su talento.

Era admirada y querida por colegas y oyentes por igual, dejando una huella imborrable no solo como profesional, sino como ser humano. El eco de su voz, cargada de elegancia, firmeza y cubanía, permanecerá para siempre en el patrimonio sonoro de la nación.

Desde el Portal del Ciudadano de La Habana nuestras más sentidas condolencias a sus familiares, amigos y a toda la comunidad de locutores y trabajadores de la radio cubana. Descanse en paz la Maestra.

Fuente:  Radio Progreso