El municipio Diez de Octubre se convierte en un gigantesco campo de operaciones donde la lucha no es contra un enemigo convencional, sino contra un pequeño pero peligroso adversario: el mosquito Aedes aegypti.

Una campaña intensiva de saneamiento y control vectorial moviliza a trabajadores de diversos sectores, desde la agricultura hasta la salud pública, en una respuesta coordinada para proteger a la población.

La batalla se libra en varios frentes. En el Consejo Popular Jesús del Monte, la empresa Tabacuba se ha sumado a las labores de saneamiento ambiental, una tarea crucial para eliminar los potenciales criaderos del insecto.

Estas acciones no son aisladas; se combinan con el pesquizaje activo casa por casa, la fumigación en áreas de alta incidencia de arbovirosis y la eliminación de vertederos y focos de contaminación.

El apoyo es transversal. El Grupo Empresarial Avial del Ministerio de la Agricultura, por ejemplo, lleva su contingente de trabajadores al Consejo Popular Sevillano, demostrando que el esfuerzo trasciende las instituciones de salud y se convierte en una prioridad para toda la comunidad.

Uno de los pilares de esta ofensiva es el tratamiento adulticida, que en estos días llega directamente a los hogares. Brigadas de la Campaña Antivectorial, reforzadas por equipos de apoyo, recorren las circunscripciones para aplicar el insecticida que elimina a los mosquitos adultos, interrumpiendo así la cadena de transmisión de enfermedades como el dengue.

La movilización es palpable en unidades de salud como el Policlínico Luis Turcios Lima, punto de partida diario para los equipos de trabajo. Allí, la fuerza laboral es un mosaico de dedicación: junto a los especialistas de Salud Pública, se integran trabajadores de otros sectores y jóvenes del Servicio Militar, quienes aportan su vigor y compromiso a la campaña.

Estos jóvenes, con sus mochilas fumigadoras al hombro, se adentran en los barrios, callejón por callejón, convirtiéndose en la primera línea de defensa en una guerra que se gana con persistencia y en cada patio.

La estrategia es clara: combinar el saneamiento proactivo con el ataque directo al vector. Mientras unas brigadas eliminan los desechos y las condiciones que propician la proliferación del 🦟, otras aplican el tratamiento químico para reducir la población adulta del mosquito. Es un círculo virtuoso de prevención y control.

La intensificación de estas labores responde a la necesidad de frenar la incidencia de las arbovirosis en una etapa del año donde las condiciones climáticas suelen favorecer la reproducción del Aedes.

La iniciativa refleja un principio esencial: la salud es una responsabilidad de todos. Desde el especialista hasta el vecino que permite el acceso a su vivienda, cada acción cuenta en este empeño colectivo por proteger el bienestar de la familia .

Fuente: Perfil de Facebook Asamblea Municipal del Poder Popular de Diez de Octubre