La escena cultural cubana está de luto. El Consejo Nacional de las Artes Escénicas de Cuba informó en su perfil de Facebook, el fallecimiento de la primera actriz Miriam Learra, a los 88 años de edad, tras una extensa y laureada carrera que la consagró como una de las intérpretes más esenciales y admiradas del arte dramático en Cuba.

Nacida el 19 de noviembre de 1936, Learra forjó un camino de excelencia artística que abarcó más de seis décadas, dejando una huella profunda en el imaginario de varias generaciones. Con una presencia escénica inolvidable y un rigor profesional ejemplar, se erigió en una verdadera dama del teatro, cuya entrega y maestría fueron ampliamente reconocidas.

El nombre de Míriam Learra estuvo indisolublemente ligado a las agrupaciones teatrales más prestigiosas de Cuba. Su trabajo en Teatro Estudio y la Compañía Hubert de Blanck se convirtió en un referente de la actuación cubana. En estos escenarios, abordó con igual solvencia los clásicos universales y las obras de autores nacionales, demostrando una versatilidad y una profundidad interpretativa que la distinguieron siempre.

Su disciplina y su respeto absoluto por el oficio del actor inspiraron a colegas y nuevas generaciones, consolidando su reputación como una artista de profunda integridad.

Más allá del teatro, Learra se convirtió en un rostro familiar y querido para el público cubano a través de numerosas producciones de la televisión nacional. Participó en algunas de las telenovelas y espacios dramáticos más recordados, donde conquistó a la audiencia con actuaciones de una sensibilidad y veracidad conmovedoras.

Su incursión en el cine completó el perfil de una actriz completa, capaz de trasladar su potente expresividad a la gran pantalla, participando en proyectos cinematográficos que enriquecieron el panorama cultural del país.

Su partida deja un vacío irreparable en la cultura cubana, pero su legado perdura en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de verla actuar y en el impacto que tuvo en la profesión. Míriam Learra no solo fue una actriz; fue un pilar fundamental sobre el que se construyó parte de la historia del teatro en Cuba.

Extendemos nuestras más sinceras condolencias a sus familiares, amigos y colegas. Descanse en paz.

Fuente: Radio Progreso