El Día de los Niños en Cuba se celeba para reconocer y promover los derechos de las infancias. 

El origen de esta celebración se remonta a la década de 1950, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas recomendó que cada nación estableciera un Día Universal del Niño, con el fin de promover el bienestar y el desarrollo desde edades tempranas.

Este 20 de julio, la celebración del Día de los Niños en los 15 municipios capitalinos fue más que una simple festividad; fue una muestra tangible del compromiso que tenemos con las nuevas generaciones.

A través de variadas propuestas deportivas, culturales y recreativas en parques, comunidades y barrios, se logró crear espacios de alegría y aprendizaje para los pequeños.

Estas actividades no solo fomentan su bienestar físico y emocional, sino que también fortalecen los lazos comunitarios y promueven valores fundamentales como la amistad, el respeto y la solidaridad.

Trabajamos para ellos porque los niños son quienes cargan con la esperanza del futuro; son quienes, con su inocencia y capacidad de amar, pueden transformar nuestra sociedad en un lugar más justo y humano.

Invertir tiempo y recursos en su desarrollo integral es asegurar un mañana mejor, donde cada niño tenga la oportunidad de crecer en un entorno seguro, creativo y lleno de oportunidades.

Por eso, celebrar su día con propuestas auténticas y cercanas es reconocer su valor y reafirmar nuestro compromiso de construir un mundo que los cuide y los inspire a soñar en grande.