El magnífico resultado de la selección de La Habana en la Copa de Polo Acuático para másteres Hermanos Martínez Ginoris, celebrada en el balneario de Varadero hasta el lunes último, ratificó el dominio de la capital en estos certámenes, pues es este el segundo trofeo dorado consecutivo que lleva a sus vitrinas.

En esta lid para veteranos, además de los habaneros, conquistaron preseas las escuadras de Matanzas (plata) y Santiago de Cuba (bronce). Tal distribución de medallas fue idéntica a la del año anterior, cuando estos tres elencos se instalaron en el podio por ese mismo orden.

Según la prensa acreditada para ese evento deportivo, La Habana brindó una gran demostración de juego colectivo, con tácticas y estrategias bien planteadas y ejecutadas, lo cual les garantizó un merecido triunfo que se podía vislumbrar, incluso, antes de la fecha final.

Para tener una idea de la superioridad del conjunto giraldillo, basta mencionar dos de los resultados que alcanzaron contra las otras dos selecciones: a su similar de Santiago de Cuba lo derrotó con abrumador marcador de 30 goles por 8, y a la formación de Matanzas, en la mismísima final, la doblegó con pizarra de 20 anotaciones por 7.

En honor a la verdad, los marcadores en esta justa tuvieron la tendencia de ser desproporcionados. Esto ya había quedado evidenciado en el partido entre indómitos y yumurinos, efectuado en la primera jornada de la Copa, cuando los occidentales le fabricaron 21 goles a una defensa oriental que pudo hacer poco mientras sus astilleros solo perforaron la red rival en 7 ocasiones.

El excelente desempeño colectivo de la representación de la principal urbe cubana también se manifestó en lo individual, con tres premiados: Mairelis Zunzunegui resultó elegida como mejor jugadora, Ernesto Cisneros fue el líder goleador, y Jorge del Valle fue reconocido por ser el jugador con mayor edad. A este trío de ases se sumaron el matancero Jhoen Lefont como jugador más destacado y el cienfueguero Dayron López como mejor árbitro.

Desde el punto de vista organizativo, tanto especialistas como aficionados coinciden en que otra vez este torneo se realizó con notable calidad y atención al detalle. El espectáculo, la camaradería y la atención en la sede a los atletas fueron atributos que avalan esa opinión positiva.

En cuanto a lo competitivo, a pesar de los marcadores desiguales antes mencionados, se vio la entrega y la pasión de todos los protagonistas. Una fórmula, sin dudas, que por sí sola conduce al éxito y permite ser optimistas con relación a futuras ediciones, donde ya se pudiera esperar la necesaria participación de más equipos.

(Fuente: Tribuna La Habana)

Foto: Comisión Nacional de Polo Acuático