“Hay que felicitar al pueblo de La Habana porque se lo merece. Es un pueblo que ha demostrado que con él se puede contar. Es un pueblo limpio, es un pueblo que tiene una resistencia creativa, es un pueblo que colabora, es un pueblo que se suma a los encantos de esta ciudad”.

Así expresó ante la prensa, la Gobernadora de La Habana, Yanet Hernández Pérez, este jueves, en el capitalino Teatro Martí, durante el acto por la celebración del aniversario 504 de la Ciudad.

Yanet calificó a la ciudad como humilde, laboriosa, especial anfitriona y que enamora y encanta, y acerca de los habitantes de la urbe, añadió que somos un pueblo confiado en que un futuro mejor es posible, un pueblo colaborativo en función de lograr nuestras propias aspiraciones.

El acto, que constituyó un merecido homenaje a la capital de todos los cubanos y a su eterno enamorado, Eusebio Leal Spengler, estuvo presidido, además, por los miembros del Buró político Inés María Chapman, Vice Primera Ministra de la República, y el Primer Secretario del Partido en la provincia, Luis Antonio Torres Iribar. Participaron igualmente dirigentes gubernamentales y partidistas de La Habana.

Iribar también aprovechó la ocasión para felicitar al pueblo habanero por su resistencia, por su habilidad para transformar a diario el entorno de la ciudad en función de hacer por ella, en verdad, “lo más grande” a pesar de las dificultades.

Al concluir la gala cultural, los participantes se unieron al pueblo en el acto tradicional de dar la vuelta a la Ceiba ubicada en El Templete, sitio fundacional de la Villa de San Cristóbal, en 1519.

Imposible en este nuevo aniversario de la capital, olvidar las hermosas palabras de su historiador, el más leal de sus hijos, el Doctor Eusebio, cuando expresó: “La Habana requiere una originalidad creativa, un trabajo de calidad. No quiere decir que todo lo que se hizo antes no era bueno, ¡de ninguna manera! El encanto está en cuando se trata de conciliar el pasado con el presente”.

Equipo de Gestión de Contenidos

Fotos: Tony Hernández Mena y Vladimir Molina