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Fecha: 10/10/2022

Carlos Manuel de Céspedes, el patricio que iluminó el camino de la independencia

En  La Habana, en su Plaza de Armas, la más antigua de las existentes en Cuba en la actualidad, se localiza en su parte central un monumento erigido en homenaje a Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria, quién fue el que encabezó el 10 de octubre de 1868 en su ingenio Demajagua al grupo de patriotas que iniciaron la guerra por la independencia de Cuba.

La estatua de mármol blanco, obra de Sergio López Mesa, se develó allí colocó el 27 de febrero de 1955, coincidiendo con el 81 aniversario de haberse producido la caída de Carlos Manuel de Céspedes en un enfrentamiento sostenido con fuerzas al servicio de España en la oriental zona de San Lorenzo.

Colocar la estatua de Céspedes en el área central de la Plaza de Armas generó un debate en el que desempeñó un papel esencial el Doctor  Emilio Roig, Director de la Oficina del Historiador de la Ciudad, quién defendió con vehemencia la idea de rendirle el homenaje a Céspedes en la capital cubana.

En La Habana entonces sólo existía un modesto monumento a Céspedes

En el Instituto de la Víbora, obra que se debió a la iniciativa de los destacados profesores e historiadores Hortensia Pichardo y Fernando Portuondo.  Ellos laboraban en ese centro estudiantil.

La colocación de la estatua de Céspedes en la parte central de la Plaza de Armas llevaba consigo eliminar de ese sitio la del rey español Fernando VII, pero no se procedió a su destrucción, sino que se guardó en el antiguo Palacio de los Capitanes Generales.

Años después cuando al doctor Eusebio Leal, continuador de la labor realizada por el doctor Roig al frente de la Oficina del Historiador, encaró la remodelación de la Plaza de Armas se decidió no restituir la estatua de Fernando VII en la parte central donde ya se había hecho tradición que estuviera la de Céspedes pero sí resulto colocada en un ángulo de la citada plaza.

Nacido el 18 de abril de 1819 en la ciudad de Bayamo, Carlos Manuel de Céspedes  constituye una de las más relevantes figuras de la historia de Cuba.

A los pocos años de haberse producido su nacimiento, los padres de Céspedes se trasladan  a una finca campestre de la familia.  Allí él desarrolla los cinco primeros años de vida. Después de  regreso a Bayamo realiza sus estudios primarios y de la enseñanza media. Atendiendo a las posibilidades económicas de su familia, se traslada posteriormente a La Habana para realizar estudios universitarios.

Durante tres años el joven se dedica por entero a dominar las diferentes asignaturas en el Real y Conciliar Colegio Seminario de San Carlos.

El 22 de marzo de 1838 obtiene el grado de Bachiller en Derecho Civil en la Real y Pontificia Universidad de La Habana.

En el mes de julio de 1840 parte Céspedes para España. La estancia del joven estudiante en la agitada y turbulenta Cataluña es decisiva para su futura vida política.  Concluidos sus estudios de Derecho recorre diversos países europeos, así como Turquía y algunas regiones del imperio de los zares rusos. Retorna a Cuba en 1844 y en Bayamo abre un bufete.

Ya desde 1867 comenzó a conspirar en Manzanillo junto a Francisco Vicente Aguilera y Pedro, Perucho, Figueredo.  Más tarde fundó y presidió la Junta Revolucionaria de dicha ciudad.

En diciembre de 1867 el gobernador de Manzanillo, recibió un anónimo, en el que se le avisaba de una proyectada conspiración contra el gobierno y que se iba a dar el grito el día de Noche Buena y se detallaba el nombre de Carlos Manuel de Céspedes.

El gobernador de Bayamo decidió detener a Céspedes, pero no lo realizó por hallarse éste junto al lecho de su esposa gravemente enferma. Fallecida su esposa, a principios de 1868, Carlos Manuel se trasladó al ingenio Demajagua. Parecía que su mayor interés consistía en atender y lograr el desarrollo de esa finca de su propiedad. Pero en realidad él seguía pensando más en llevar adelante la guerra por la liberación de Cuba del dominio colonial español.

En una reunión celebrada el 4 de agosto de 1868 Céspedes defendió sin éxito el criterio de comenzar de inmediato la guerra contra España, por considerar que existían condiciones para ello. No obstante, después el 6 de octubre de 1868, en el Ingenio Rosario, fue elegido jefe máximo del levantamiento armado, el cual se acordó iniciar el 14 de octubre de 1868.

Al conocer que el día 8 le habían cursado un telegrama al gobernador militar de Bayamo ordenándole su detención y la de los principales conspiradores, instó  a los patriotas que lo secundaban a  concentrarse en su ingenio la noche del día 9 de octubre.

A la mañana siguiente mediante el sonido de la campana en forma vibrante  llama a sus esclavos, no para la realización de una jornada de trabajo sino para darles su libertad e invitarlos a que lo secundasen en la guerra por la independencia de Cuba.

En el centenario del inicio de la guerra por la independencia, el máximo líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, afirmó al valorar la actitud de Carlos Manuel de Céspedes en ese instante crucial:  “Es incuestionable que Céspedes tuvo la clara idea de que aquel alzamiento no podía esperar demasiado ni podía arriesgarse a recorrer el largo trámite de una organización perfecta, de un ejército armado, de grandes cantidades de armas, para iniciar la lucha, porque en las condiciones de nuestro país en aquellos instantes resultaba sumamente difícil.  Y Céspedes tuvo la decisión.” 

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