Por Ania Gonzalez Rodríguez

Por estos días próximos al referéndum sobre el código de las familias, en muchos hogares se suscitan diálogos sobre sus razones y beneficios, pero  cuando se trata de una familia profundamente martiana, los argumentos pueden fundamentarse en juicios del apóstol referidos a la familia.

Sobre el particular dialogamos con una familia destacada de la Sociedad Cultural José Martí en Guanabacoa, formada por la Licenciada Yaíma Céspedes Cortés, José Janier Feria Rodríguez, y sus hijos, la joven Cerena Feria Céspedes y el pionerito  Cesar Feria Céspedes. Una familia plena de valores humanos y patrióticos, que se propone dar su apoyo al referéndum del Código de las familias, a efectuarse el próximo 25 de septiembre.

Acerca de lo que, desde el punto de vista de ambos, quiso expresar Martí en esta frase: “La familia unida por la semejanza de las almas es más sólida, y me es más querida que la familia unida por las comunidades de la sangre” le preguntamos a nuestros entrevistados.

Yaíma: José Martí con esa capacidad insondable de comunicar y amar desde la lealtad de los principios y el fervor legítimo de los sentimientos, tejió, durante toda su existencia, lazos de amor y amistad que, al tornarse imperecederos, se convirtieron en fragua y ejemplo para las generaciones posteriores. Sin dudar del amor inquebrantable que profesó hacia la familia, especialmente hacia su madre, comprendió la esencia y virtud que se depositan cuando es el alma y el decoro quienes reúnen a hombres y mujeres, más allá de lazos que anuncian una probada consanguinidad, para establecer desde la ternura y la estima verdadera: la comunión del alma, la semejanza del espíritu, la praxis reveladora del ser y la emancipación misma de la Patria, la cual  bosquejó  desde el precepto “(…) con todos y para el bien de todos”.

Janier: El pueblo cubano desde el trinfo de la Revolucion, sin distinciones ni castas, redefinió su destino, columpió sus victorias, consagró sus derechos y se lanzó a fundar, a reconstruir y a crear.  Proceso que hasta hoy no termina, sino que se multiplica y enriquece desde lo heterogéneo, potenciando la virtud, el cariño y el bienestar de todos los ciudadanos; fortaleciendo la inserción social, el respeto a lo diverso, la responsabilidad parental, los deberes sociales, el cuidado y  la representación de ancianos, personas con discapacidades y otros grupos vulnerables, aspectos que se legitiman hoy, con el nuevo Código de las Familias, legislación de los afectos, de las cercanías y de lo humano por sobre todas las cosas.

Yaíma: Hoy nuestros hijos se espigan bajo la luz del ideario martiano, con voluntad y sacrificio consolidan su desarrollo intelectual, físico y ético, acogiendo con modestia y honradez cada reto, cada contratiempo a superar, siempre con la alegría de vivir en un país que aboga por la equidad y la justicia social, situando como eje rector de sus conciencias, ¨…el culto a la dignidad plena del hombre¨.

Periodista: Al pionerito de cuarto grado, César Feria Céspedes quien recibió en las actividades de la reanudación del curso, por sus méritos, la sortija “Cuba” le preguntamos ¿Cómo apoyarás tú la actividad del Referendo, en las urnas el 25 de septiembre?

Césarito: Estoy muy contento y orgulloso, pues me han  convocado para custodiar las urnas el próximo 25 de septiembre en mi escuela primaria Franz Hoed D´ Beche García. Voy a seguir los pasos de mis padres y hermana mayor cumpliendo  esta tarea. Cumpliré con el horario indicado, con disciplina y alegría, junto a algunos de mis compañeros.

Periodista: En este hogar martiano, cada uno de sus miembros ha encontrado una manera personal de acercarse al Apóstol y rendirle homenaje. Por ejemplo, la joven Cerena Feria Céspedes nos cuenta la anécdota de su viaje de quince al Turquino tras el busto de Martí.

Cerena: El ascenso al Pico Turquino, a la edad de 15 años, representó  la materialización de un sueño que parecía inalcanzable, la culminación de un hermoso período estudiantil y a su vez se convirtió, en el despertar de una nueva aventura, antesala del ingreso a la vida preuniversitaria. Agotadores fueron los pasos hacia la cima, acompañada de mi padre, rememorando a la heroína de la Sierra Celia Sánchez Manduley, con la cual comparto el hecho de haber nacido un 9 de mayo y el amor hacia el Apóstol. A mis padres y a todos los que contribuyeron a cumplir este sueño, el agradecimiento permanente y sincero.

Tal vez por estos días la familia martiana que habita la casa número  91 de la calle Barreto de Guanabacoa, fervientes seguidores y promotores del ideario martiano, repasen y citen frases de José Martí que ayuden a interiorizar, entre sus familiares y amigos y desde el amor, cuán importante resulta el voto positivo para  este código de los afectos, renovador y profundamente emancipador. Una ley moderna, respetuosa, inclusiva y protectora de todas las familias cubanas.