Frente al dengue el minuto es de conciencia y acción
Por: Ania González Rodríguez
¿Sabe usted que Cuba está experimentando con una técnica nuclear capaz de reducir las poblaciones de mosquitos? Sí, esta técnica que en siglas se conoce como TIE y significa o quiere decir: técnica del insecto estéril, se orienta a controlar las poblaciones de insectos, basándose en la suelta de mosquitos machos ya esterilizados.
Su uso es realmente prometedor, si tenemos en cuenta que el ensayo piloto de una campaña con el uso de la misma en un barrio de esta capital dio como resultado que se redujera hasta en un 90 % el número de mosquitos Aedes aegypti en el último año, y los primeros informes muestran que en los dos últimos meses del ensayo, no hubo ningún caso de enfermedades transmitidas por mosquitos en esa área. Otras pruebas también corroboran su eficacia.
La noticia es alentadora porque como muchos sabemos el dengue se considera una enfermedad endémica en Cuba y para algunos expertos el control del Aedes aegypti aquí es una prioridad nacional. Ahora, si logramos mantener a raya el agente trasmisor de la enfermedad, que por esta época del año se vuelve una preocupación, sería de mucha importancia aplicar adelantos científicos para ayudar en este sentido.
El objetivo para un futuro próximo es ampliar el ensayo, a fin de abarcar una superficie mayor y por consiguiente, muchos más mosquitos estériles. Al respecto, René Gato Armas, entomólogo y jefe del grupo dedicado a la TIE en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí de Cuba, informa: “es posible que para finales de este año se amplíe el ámbito de estudio del proyecto, pero se necesitarán mejoras en el equipo, como equipo automatizado de separación por sexado, a fin de reducir una labor que requiere mucho tiempo y costos”.
Pero mientras las condiciones para ello estén creadas, tenemos que actuar con las armas a nuestro alcance, pues es imprescindible bajar la infestación de Aedes aegypti, que se va elevando y con ello el aumento de los casos de dengue; nunca darle menor importancia a la situación, porque desgraciadamente, el dengue mata.
Cerrar filas entre los que vivimos en los barrios, junto a quienes desde salud pública u otra instancia intentan protegernos de la enfermedad, es palabra de orden, pero hay que hacerlo cerrando filas a la indiferencia, las indisciplinas o las negligencias que constituyan caldo de cultivo para criaderos y trasmisión.
El bien más supremo está en juego: nuestra salud y la de la familia; la batalla por ese tesoro se gana en buena parte con la ciencia, como buscan los científicos que mencionamos al principio de este comentario, pero el momento es también de imprescindible uso de la conciencia y la acción, ambas resultan ahora mismo de urgencia, después… podría ser tarde para reaccionar.