El 12 de junio de 1554 el cabildo habanero dispuso la concentración de indios en la zona de Guanabacoa, en la villa de San Cristóbal de La Habana  con el objetivo de ejercer un mayor control sobre ellos e iniciarlos en la fe católica.  

Con el decursar del tiempo se fue consolidando el asentamiento poblacional en este lugar que en la actualidad es uno de los 15 municipios de la provincia de La Habana.

Este municipio cuenta en estos momentos con una superficie de 289 kilómetros cuadrados.

Guanabacoa es un nombre geográfico cuya etimología y significado han sido objeto de debates durante mucho tiempo.

Algunos historiadores estiman que el vocablo es de origen indio y significa “lugar abundante en aguas”.

Otros han considerado que la palabra procede de la “Lexicografía indiana”, equivalente a “sitio de aguas”

También  se ha planteado una definición basada en un interesante análisis de Lenguas indígenas que en estos momentos sobreviven en la zona del Caribe.

Según este estudio Guanabacoa podría definirse como “palmar alto”.

De hecho, la palabra Guanabacoa fue registrada por primera vez en el siglo XVI por escribanos españoles y sufrió, por lo tanto, el proceso normal de adaptación a las características fonológicas de la lengua castellana.

Guanabacoa fue en 1555 refugio del Gobernador español cuando La Habana resultó atacada por el pirata francés Jacques de Sores.

En 1578 el Cabildo de La Habana dispuso que fuese a Guanabacoa un religioso franciscano a adoctrinar indios y erigir una iglesia bajo la advocación de la María Santísima de la Asunción.

Casi dos siglos después, el 14 de agosto de 1743, a la villa se le otorgó el título de ciudad por Real Cédula del Monarca español Felipe quinto e igualmente se le concedió el escudo en armas. 

Este escudo en su parte superior consta de una corona ducal consistente en un círculo de oro adornado de piedras preciosas y embellecidas por ocho grandes florones.

También aparecen los antiguos torreones de Bacuranao y Cojímar, un pedazo de mar y una montaña y además refleja el collar de la cruz de Carlos III en su parte inferior.

El centro histórico urbano de Guanabacoa abarca un área de seis coma cinco kilómetros y presenta dos sectores, uno monumental en el que se encuentra el mayor número de edificios antiguos e históricos y otro de transición donde hay una menor cantidad  de edificaciones y se hallan más esparcidas.

En el territorio de  Guanabacoa  hay edificaciones muy singulares desde el punto de vista histórico o arquitectónico, entre ellas, la iglesia Parroquial, la iglesia y el convento de San Francisco, más conocida como Escolapios, la Iglesia de la Candelaria y el Convento de Santo Domingo, la Casa de las Cadenas, el otrora Liceo Artístico y Literario, así como un grupo de casitas antiguas que datan del siglo XVII.

                                                                         En Guanabacoa hay sitios pintorescos como es su cementerio viejo, donde se puede apreciar una vetusta edificación, la Ermita de Potosí, la cual presenta características esenciales por ser la más antigua de las existentes en la zona y una de las pocas del siglo XVII que quedan en Cuba.

Esta ermita que fue mandada a construir en abril de 1644 en la estancia El Potosí, sufrió con posterioridad los efectos de distintos ciclones.

En  Guanabacoa nacieron varias personalidades de la cultura y de la música cubana en particular, como fueron los casos de los pianistas y compositores Ernesto Lecuona e Ignacio Villa, Bola de Nieve, que a su vez fue un singular intérprete, y de la actriz y cantante Rita Montaner.

En Guanabacoa  hay un significativo museo considerado como un caudal de tradiciones afrocubanas. Se localiza en una antigua casona del siglo 19 que perteneció a la Camarera de la Virgen,  Nuestra Señora de la Asunción, Patrona de la villa.