Zenaida Aurora Cabrera Arango es una mujer feliz. Sus sueños como delegada de la circunscripción 56, en el consejo popular El Carmelo, se han ido cumpliendo por las transformaciones sociales que en El Fanquito acontecen, con la participación de habitantes del lugar y el apoyo e iniciativa de organismos y organizaciones de masas.

Ella, quien conoce el barrio como la palma de su mano, ha propiciado con agilidad y prontitud, desde que comenzó la pandemia, que los asuntos más agudos —como la compra de a l i m e n t o s, entre otros— sean resueltos allí, gracias a la organización barrial elaborada por ella.

Junto a Guillermina Alberja, coordinadora de los CDR y organizadora de la FMC, señala que se han reconstruido cuatro viviendas, se creó la Oficina de Atención a la población para facilitar documentos tales como las libretas de abastecimiento, la legalización de las viviendas, del gas… Se pavimentaron todas las calles y ya llega el agua a los hogares, lo cual era un reclamo de los electores. Se determinaron las viviendas afectadas a 20 metros del lindero del río, que serán trasladadas hacia otros sitios ya localizados, y se hacen gestiones para que en un futuro cercano las personas puedan reconstruir y mejorar el estado de sus viviendas por esfuerzos propios; se reparan las bodegas, se creó un puesto para la venta de publicaciones y periódicos, y un gabinete de Etecsa. Se ha mejorado el alumbrado público, aunque aún no es suficiente. Se abrirá un espacio para atender a las familias disfuncionales en coordinación con la Casa de Orientación a la Mujer y la Familia del municipio de la FMC de Plaza de la Revolución, entre otras acciones.

Ya existen dos bibliocasas donde se prestan libros, se realizan presentaciones de libros, lecturas… Pero en este sitio, ubicado en una de las márgenes del rio Almendares, no solo se hacen transformaciones constructivas; están las culturales guiadas por Claudio Aguilera, entusiasta coordinador del proyecto comunitario liderado por la UNEAC, quien con el apoyo de Jesús Ismael Irsula, más conocido como «el purito barrendero», trabaja, junto a otras instituciones, en la urbanización de la loma, con el objetivo de construir un anfiteatro y hacer un ranchón. Uno de los proyectos ya está concluido: el Callejón de La Cubanía. Mas siguen soñando con el dragado del río Almendares, la limpieza de sus márgenes y la construcción de un embarcadero con un malecón, para estimular el turismo y el desarrollo local.