Tras el triunfo de la Revolución, en enero de 1959, el Comandante Camilo Cienfuegos acrecienta el prestigio que ya había alcanzado como combatiente al ser un destacado dirigente revolucionario.

Además de desempeñar a cabalidad las responsabilidades que se le confiaron dentro del Ejército Rebelde, participa como dirigente de la Revolución en múltiples actos y con la fuerza de  su palabra vibrante contribuye a la educación política de los integrantes de las fuerzas armadas y del pueblo en general.

En sus discursos y diálogos con diversos sectores del pueblo hizo referencia, entre otros aspectos, a la trascendencia de la unidad de los revolucionarios, a la importancia de la reforma agraria y otras medidas de la Revolución y particularmente trató acerca del papel y la labor de los miembros de las Fuerzas Armadas.

Consideró a los integrantes del Ejército Rebelde  como pueblo uniformado.

Camilo en su actuación cotidiana se mantiene en estrecho contacto con el pueblo.

Incluso en el mes de julio encabezó una caballería de campesinos que se trasladaron desde la entonces provincia de Las Villas hacia La Habana para participar en el acto de masas que tendría lugar en la capital del país el 26 de julio con motivo del aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes llevados a cabo en 1953.

Camilo en el mes de octubre participa en el enfrentamiento de una maniobra contrarrevolucionaria que tiene lugar en la provincia de Camagüey. Después regresa a La Habana y el día 26 en un acto pronunció lo que sería su último discurso ante el pueblo cubano.

Unos días antes elementos contrarrevolucionarios en avionetas procedentes de los Estados Unidos habían realizado un ataque a la capital cubana  lo cual causó varios muertos y heridos.

Para condenar esa vandálica acción se convocó a una concentración popular que se realizó el 26 de octubre frente a la terraza norte del entonces Palacio Presidencial.

Camilo Cienfuegos es uno de los dirigentes revolucionarios que habla en el acto de reafirmación revolucionaria que es resumido después por Fidel.

Camilo resaltó la firmeza de la Revolución basada en el gran apoyo del pueblo.

Precisó que tan alta y firme como la Sierra Maestra era en ese momento la vergüenza, la dignidad y el valor del pueblo de Cuba.

Camilo también recordó un fragmento del emotivo poema de Bonifacio Byrne dedicado a la bandera cubana, que él ya había recitado en un acto en su etapa de estudiante.  Manifestó:

Si desecha en menudos pedazos 

se llega a ver mi bandera algún día

nuestros muertos alzando los brazos

la sabrán defender todavía.

Dos días después cuando retronaba  a La Habana en una avioneta de otro viaje que había hecho a Camagüey se produjo su lamentable desaparición física.

Al conocerse la noticia de inmediato se produjo una gran movilización en la que también en forma espontánea participaron millares de hombres y mujeres del pueblo para tratar de hallar algún indicio del lugar donde se hubiera producido el accidente y encontrar con vida a Camilo y a los dos miembros del Ejército que lo acompañaban.

El 12 de noviembre Fidel compareció ante la televisión para hablarle al pueblo con respecto a Camilo.

Y señaló en una parte de su intervención:

“Y el consuelo que debe tener nuestro pueblo  es que en el pueblo hay muchos Camilos y Camilo seguirá viviendo en hombres que se inspiren en él, porque lo único que nosotros podemos pedirle a nuestro pueblo es que cada vez que la Patria se encuentre en una situación difícil, que cada vez que la Patria se encuentre en un momento de peligro, se acuerde de Camilo; cada vez que el pueblo  vea momentos difíciles, cada vez  que los hombres jóvenes,  los campesinos, los obreros, los estudiantes, cualquier ciudadano, crea un día que el camino es largo, que el camino es difícil, se acuerde de Camilo, se acuerde de lo que hizo él, se acuerde de cómo nunca, ante los momentos aquellos difíciles perdió la fe…”

En el  transcurso de más de seis decenios, de generación en generación la vida y la obra de Camilo Cienfuegos han constituido fuente de inspiración y enseñanza para el pueblo cubano.

Y es que Camilo está presente en la historia de Cuba y en su realidad cotidiana porque sobre todo él vive y vivirá en el corazón del pueblo.