Sobre la fructífera labor realizada por José Martí durante varios años para lograr la reanudación de la guerra por la independencia de Cuba, Juan Gualberto Gómez, expuso en un trabajo elaborado en México en diciembre de 1926 y publicado en la revista América Libre, La Habana, número uno, año uno , en abril de 1927:

Como todos los empeños que han modificado el modo de ser de una gran colectividad humana, la Revolución del 95, fue, en sus inicios, la obra de muy contadas voluntades. La energía y las condiciones excepcionales de un hombre dotado de tanto carácter como inteligencia, José Martí, hicieron que en 1892 se formara en los Estados Unidos el Partido Revolucionario Cubano, que reclutó sus primeros adeptos entre los más humildes emigrados y tuvo que luchar con la indiferencia de muchos elementos cultos y hasta con la hostilidad de ciertos cubanos del exterior que creían imposible desviar a Cuba de la senda que trazara la agrupación autonomista".

Pero Martí no desmayó ante esos obstáculos.

Organizó fuertemente a los grupos constituidos por los modestos trabajadores de la Florida, y bien pronto atrajo a sus planos a personalidades salientes de la emigración.

Poniéndose entonces en contacto con los que en la Isla conservaban vivo el fuego de su amor al viejo ideal cubano, extendió su propaganda por todos los lugares en el que palpitaba un corazón patriota.

Fuente: Libro Valoración múltiple, José Martí, tomo I, Fondo Editorial Casa de las Américas, 2007, página 45