GRACIANO GÓMEZ
Nacido en La Habana el 28 de febrero de 1895, Graciano Gómez fue un destacado músico y compositor cubano. Graciano se crió en el seno de una familia humilde lo cual hizo que ya a los ocho años tuviera que cooperar con la economía de su hogar al realizar funciones como mensajero mientras seguía estudiando en la Escuela de Beneficencia. Desde la etapa de su niñez sintió una gran vocación por la música y como dijera años después “era como un sueño muy lindo que me tenía arrobado.”
Aprendió el oficio de tabaquero y se desempeñó como operario en los centros habaneros identificados como La Flor de Todo, El Águila de Oro y Romeo y Julieta. Compuso años después una creación musical inspirada en los trabajadores de este sector la que tituló El retiro tabaquero. En la etapa de su juventud Gómez llegó a acompañar a destacados cantantes tales como María Teresa Vera. Algún tiempo más tarde formó un dúo y también se presentó en distintos lugares como trovador, incluso amenizó las actividades que se realizaban en los cines luego de la proyección de las películas. Él integró el quinteto Matancero en el que cantaba Barbarito Diez. Con esa agrupación viajó a varios países del Caribe y también a los Estados Unidos.Además grabaron un disco y se presentaron en los más significativos clubs de la capital cubana. Con posterioridad integró durante años el Quinteto Típico.
Graciano Gómez como compositor cultivó diversos géneros, entre ellos el son, el pregón así como el bolero. Además musicalizó versos de conocidos poetas. Creó más de 300 obras. Muy variadas fueron los temas objeto de su inspiración, entre ellos el amor. También lo referido a la muerte estuvo presente en algunas de sus creaciones, por lo que se le considera como un bardo habanero que cultivó la denominada canción macabra, cuestión que se hizo presente, por ejemplo, en una de sus obras en la que señaló: “Junto a la verja del camposanto – una mañana de amor le hablé- por sus mejillas corría el llanto- y sin embargo, la enamoré. Pasado el tiempo fue toda mía; -mucho la quise, mucho me amó: - y en una noche de luna fría – como una llama se consumió. Ahora soñando hallo su encanto – en las cavernas del corazón – y me dirijo hacia el camposanto -para adorar la dulce ilusión. Entre las cruces hablamos quedo – junto a los pinos bailan los huesos. Y cuando el viento susurra miedo – junto a las tumbas nos damos besos.”Hasta la última etapa de su vida se mantuvo relacionada con la música y en la Casa de la Trova, en La Habana, solía reunirse con cantantes y revivir sus sueños y realizaciones. Fallece en La Habana el 22 de mayo de 1980.
Es una notable compositora y trovadora. Constituyó una de las figuras cimeras de la música cubana en la primera mitad del siglo veinte. Se le considera la más alta expresión femenina de la canción trovadoresca cubana. Durante más de 50 años desarrolló una fructífera labor en el mundo artístico. Su fallecimiento se produjo el 17 de diciembre de 1965 en La Habana.
Calificado como la voz de oro del danzón Barbarito Diez contribuyó al desarrollo de la música popular en nuestro país y a nivel internacional. Él fue catalogado como el más fiel y legítimo exponente del danzón, ese género musical nacido de la danza y la contradanza francesa, que después de concretar su estilo se convirtió en nuestro baile nacional.
En 1981 surge la Casa de la Trova "Benny Moré", situada en calle Beltrán e/ Roberto Flores y San Ramón Reparto Jacomino, en el municipio San Miguel del Padrón. Durante todos estos años, este centro continúa hoy brindando a los habitantes de la localidad un espacio para el entretenimiento. En él se realizan diferentes peñas musicales dedicadas a promover la música cubana. Esta institución dedica cada 2 años una Jornada de Homenaje al Bárbaro del Ritmo, y dentro de ella el concurso de interpretación de boleros y canciones “Benny Moré” que prepara el Movimiento de Artistas Aficionados y promueve la música cubana, resultando este un impacto cultural musical.