El nuevo mecanismo de gestión, control y asignación de divisas tiene el propósito de incrementar los ingresos en divisas y lograr un uso más eficiente de las mismas. Forma parte del Programa de Estabilización Macroeconómica del país y del Programa de Gobierno para eliminar distorsiones y reimpulsar la economía, que hasta el próximo 30 de diciembre se analiza por nuestro pueblo.

Al respecto, la Gaceta Oficial de la República No. 89, en su edición ordinaria, publicó este jueves el Decreto-Ley 113, acompañado de un conjunto de normas y procedimientos que regulan la nueva operatoria de los cobros y pagos en divisas entre los actores económicos que radican en Cuba, con el fin de impulsar la actividad económica. Asimismo, concibe las garantías suficientes para el debido cumplimiento de los compromisos contraídos entre estos.

El objetivo del nuevo mecanismo es contribuir a mejorar la balanza comercial y equilibrar las necesidades de financiamiento del país con las fuentes disponibles, a partir de brindar un marco legal renovado para las transacciones en divisas dentro de la economía, al propiciar por todas las vías el aumento de los ingresos por exportaciones y estimular las capacidades productivas de bienes y servicios de los diferentes actores económicos.

Según explicaron a la prensa la ministra-presidenta del Banco Central de Cuba, Juana Lilia Delgado Portal, y el titular de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez, el nuevo mecanismo implica una nueva forma de operar por parte de los exportadores y otros actores que ingresan divisas y, además, permite conjugar las necesidades de fondos del país con las fuentes disponibles para que la economía funcione mejor.

«Este nuevo sistema compete a personas jurídicas cubanas, extranjeras y mixtas, así como a personas naturales que realizan actividades productivas o cualquier tipo de transacción económica que involucre un instrumento de pago denominado en divisas. Igualmente, aplica a los contratos de asociación económica internacional, proyectos de desarrollo local y de cooperación internacional», señaló el funcionario.

Al detallar los beneficios de adoptar este mecanismo, Alonso Vázquez explicó que posibilita a los exportadores disponer de los recursos necesarios para elevar su contribución al desarrollo económico del país y a los programas sociales de la Revolución.

«Se trata —dijo— de favorecer las exportaciones, en tanto estimula la generación de ingresos en divisas a partir de garantizar el acceso oportuno a las mismas para el desarrollo de la actividad económica, además de brindar mayor autonomía al sistema empresarial y crear condiciones para un uso más eficiente de las divisas».

Delgado Portal argumentó que con el nuevo mecanismo también se fomenta la sustitución de importaciones, el encadenamiento entre los distintos actores de la economía nacional, se mejoran las condiciones de funcionamiento de los inversionistas extranjeros y sus vínculos con la economía, y se abren nuevas posibilidades para que las entidades se enlacen con el sector exportador.

Delgado Portal subrayó que el nuevo mecanismo define una nueva forma de acceso a divisas para aquellos que no puedan generarlas, pero que las necesitan para sustentar su producción o sus servicios, además de posibilitar la eliminación paulatina de distorsiones que afectan la generación de ingresos en divisas del país.

Precisó que cerca de una veintena de entidades cubanas trabajan en la implementación de este mecanismo, con esquemas de financiamiento en los que retienen los ingresos en divisas necesarios para reproducir su actividad y aportan el resto a la Caja Central, a partir de la definición de coeficientes para ambas partes.

El nuevo mecanismo contribuye al ordenamiento de los flujos monetarios dentro de la economía, al crear mejores condiciones para que los distintos actores cierren ciclos productivos y se encadenen entre sí, promoviendo de esta manera los sectores exportadores y la atracción de inversión extranjera directa.

De esta forma se impulsa la actividad económica y los ingresos en divisas, lo cual debe redundar en el futuro en una mayor oferta de bienes y servicios, la disminución de las presiones inflacionarias, la mejora paulatina del poder adquisitivo del salario y el avance hacia la plena convertibilidad de la moneda nacional.

Se prevé la apertura de nuevas cuentas para los esquemas de financiamiento en divisas y se crean los mecanismos para garantizar la operatividad segura de esas cuentas, así como se aceptan depósitos en efectivo de los actores económicos autorizados a cobrar en divisas.

Fuente: Tomado del Periódico Digital Juventud Rebelde