Cada amanecer en Cuba comienza acompañado por una sinfonía familiar: el timbre cálido de una voz que saluda desde el dial, la entonación precisa que relata las noticias, o el ritmo contagioso que anima un programa musical. Este primero de diciembre, la isla rinde homenaje a esos artistas de la palabra hablada en el Día del Locutor, una celebración que reconoce a quienes, durante más de seis décadas, han tejido la banda sonora de generaciones.

Los locutores cubanos, verdaderos creadores que hacen de la palabra su bandera, llegan a los hogares a través de las ondas de la radio y la pantalla de la televisión. Su labor trasciende el simple acto de hablar ante un micrófono; encarnan una responsabilidad social multifacética: informar con veracidad, orientar con ética, educar con creatividad y entretener con calidad.

La efeméride, instituida en 1954 no solo reconoce la técnica y la dicción, sino el vínculo emocional que estos profesionales construyen con el público. Desde el narrador deportivo que incendia la pasión en un juego pelota, hasta la voz serena que guía durante un ciclón, el locutor en Cuba se ha convertido en un referente de confianza y cercanía.

En un mundo de pantallas y mensajes digitales, la voz humana mantiene su poder único. Hoy, Cuba celebra a esos hombres y mujeres cuyo oficio es, en esencia, un arte del sonido que da voz a las noticias, color a las historias y ritmo a la cotidianidad de un pueblo.

Fuente: Perfil de Facebook Cubaperiodista.