La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) ha dado una muestra tangible de solidaridad interna con el despliegue de trabajadores de la capital hacia las provincias orientales, severamente afectadas por el paso del huracán Melissa. El objetivo principal es contribuir de manera acelerada a la recuperación de los servicios de telefonía fija y móvil, infraestructuras críticas que suelen figurar entre las más dañadas tras eventos meteorológicos de esta magnitud.

De acuerdo con información proporcionada por Ulises Rosado, Jefe del Departamento de Operaciones de la División de Operaciones Norte de La Habana, la respuesta no se hizo esperar. “Acaba de llegar a la zona afectada la segunda brigada de especialistas, compuesta por 24 compañeros”, confirmó Rosado. Este contingente incluye tres grupos de linieros provenientes de los territorios este, oeste y del área especial de ETECSA en la capital.

Estos refuerzos habaneros se suman a los esfuerzos de una brigada de soterrado que, en la avanzada, ya se encuentra desplegada en diversos municipios orientales, trabajando sin descanso para normalizar las comunicaciones.

“Los linieros habaneros prestarán sus servicios en los territorios más afectados de Granma y Santiago de Cuba”, aseguró el directivo, delineando el área de operaciones donde se concentrarán los esfuerzos. En un contexto donde mantenerse comunicado es vital para la coordinación de la ayuda, la seguridad familiar y la recuperación económica, el restablecimiento de estas redes se convierte en una prioridad nacional.

Este operativo de apoyo, más allá de su impacto técnico, pone de manifiesto uno de los principios básicos de la Revolución Cubana: el apoyo a los más necesitados. La movilización de recursos humanos desde la capital hacia las zonas en crisis refleja un mecanismo institucionalizado de respuesta ante desastres, basado en la colaboración y la unidad.

Sin lugar a dudas, la imagen de los trabajadores de ETECSA tendiendo cables y reparando infraestructuras en las provincias orientales se erige como un símbolo de resiliencia. Este acto, como destacan las autoridades, refleja el verdadero valor de la unidad y el compromiso de quienes, desde su labor diaria, demuestran que la fortaleza colectiva es fundamental para superar cualquier adversidad.

Fuente: Radio Coco