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publicado el 23/10/2025 08:01 am

Sequía en Cuba: Los embalses se recuperan, pero persisten los problemas de abasto a la población

Un notable aumento de las precipitaciones durante los meses de septiembre y octubre ha brindado un respiro al territorio cubano, afectado durante meses por una intensa sequía. No obstante, pese a la recuperación apreciable de los embalses a nivel nacional, la situación del abasto de agua potable a la población mantiene un carácter crítico en varias provincias del oriente del país, donde se requieren soluciones tanto de emergencia como de largo plazo.

La ingeniera Yulian Omar Rodríguez, vicepresidenta del Grupo Empresarial de Gestión de las Aguas Terrestres, ofreció información actualizada en la Mesa Redonda con respecto a las lluvias. Explicó que el acumulado nacional desde mayo hasta septiembre alcanza los 609 milímetros, lo que representa el 72 % de la media histórica para ese período.

Este dato refleja una mejoría sustancial con respecto a informes anteriores, impulsada fundamentalmente por las lluvias de septiembre. Al analizar el comportamiento por regiones, se observa que el occidente cubano se encuentra al 70 % de su media, la región central al 71 % y el oriente al 76 %.

El mes de octubre ha sido particularmente favorable. Según detalló la directiva, hasta el día 20, el promedio nacional de lluvia acumulada es de 140 milímetros, lo que equivale al 91 % de la media histórica prevista para todo el mes. Existe optimismo en que, de continuar las precipitaciones pronosticadas, Cuba podría superar la media mensual.

Recuperación de los embalses

El beneficio más tangible e inmediato de estas lluvias ha sido la recuperación de los embalses. A nivel nacional, la capacidad total de llenado ha alcanzado el 53 %, con una ganancia neta de 941.25 millones de metros cúbicos de agua en todo el país. Esta recuperación se distribuye de manera desigual:

Región occidental: recuperó 64 millones de metros cúbicos. La provincia de Pinar del Río fue la de mayor aporte, con un incremento de aproximadamente 38 millones de metros cúbicos.

Región central: registró la mayor recuperación a nivel nacional, con 543.39 millones de metros cúbicos, lo que representa más de la mitad del incremento total del país.

Región oriental: recuperó 333.31 millones de metros cúbicos. Las provincias que más contribuyeron a esta cifra fueron Granma (103 millones), Santiago de Cuba (92 millones) y Guantánamo (67 millones).

A pesar de esta recuperación general, el fantasma de la sequía no se ha disipado. La situación del abasto de agua persiste como un desafío crítico en varias provincias, siendo Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo las que presentan el panorama más complejo. En el caso de Holguín, la situación es calificada como la más grave, ya que los embalses que abastecen a su ciudad capital no superan el 30 % de su capacidad. En Santiago de Cuba y Guantánamo, el promedio de llenado de los embalses de abasto ronda entre un 30 % y un 40 %, niveles que siguen siendo insuficientes para garantizar un suministro estable.

Acciones de emergencia e inversión para paliar la crisis

Frente a este escenario persistente, las autoridades han implementado una serie de acciones de emergencia e inversiones dirigidas a paliar la crítica situación. En Holguín, específicamente en la presa Cacoyugüín, se completó una compleja adaptación para instalar una nueva posición de bombeo a un nivel más bajo, lo que permitirá extraer el agua acumulada a mayor profundidad, una medida extrema para acceder al llamado “volumen muerto”.

En la presa Gibara, que si bien fue beneficiada en septiembre y actualmente cuenta con 18.54 millones de metros cúbicos, aún es necesario operar con una estación de bombeo flotante y mantener activo el trasvase desde el embalse Nipe.

Para Santiago de Cuba, donde los embalses fundamentales Gilbert y Gota Blanca aún no alcanzan el 50 % de su capacidad, se informó que se prevé la puesta en funcionamiento de una estación de bombeo en Gota Blanca para el próximo lunes, la cual incorporaría 600 litros por segundo al sistema de abasto de la ciudad.

Paralelamente, se continúa trabajando en el trasvase Mogote y se ejecuta una inversión en una conductora que permitirá llevar el agua con mayor eficiencia desde la fuente de abasto hasta la ciudad, minimizando las significativas pérdidas por evaporación e infiltración que ocurren en el trayecto actual.

Un dato que refleja el impacto positivo inmediato de las lluvias fue aportado por el Ing. Yunior González Núñez, vicepresidente primero de la OSDE Agua y Saneamiento. El directivo explicó que, en el momento más crítico de la sequía, se llegaron a consolidar más de tres millones y medio de cubanos con afectaciones en el servicio de abasto en diferentes magnitudes. Sin embargo, en un hecho calificado como “una satisfacción”, al cierre del pasado domingo esa cifra se redujo significativamente a 1.7 millones de habitantes. Esto significa que, en el transcurso de aproximadamente 30 días y gracias al beneficio directo de las lluvias, especialmente en el oriente, se ha logrado recuperar el servicio para alrededor de 1.5 millones de personas.

González Núñez explicó que en situaciones excepcionales, como las que siguen al paso de huracanes, una de las premisas fundamentales es asegurar el servicio de abastecimiento de agua. Para ello —indicó— se asocian grupos electrógenos a los equipos de bombeo de edificios, de manera que el agua pueda elevarse incluso cuando el fluido eléctrico se interrumpe. “Es el último escalón en el servicio de abastecimiento de agua —precisó—. De forma individual, si no hay corriente en los edificios, se hace accesible el agua a las viviendas, que es donde realmente la necesitamos”.

El directivo se refirió además a las afectaciones recientes en algunos territorios de la capital, como el municipio Plaza de la Revolución, donde las reparaciones viales han coincidido con interrupciones eléctricas programadas, lo que ha repercutido en la estabilidad del servicio. “Puede que esté el abastecimiento de agua desde Cuenca Sur hacia la capital y, sin embargo, si hay un apagón en uno de los circuitos, el municipio queda temporalmente sin suministro. Esto no significa que no haya agua en el sistema de acueducto y alcantarillado”, aclaró.

González Núñez recordó que el sistema de abasto se compone de tres elementos esenciales: la producción, la conducción y las redes de distribución, y en cualquiera de ellos pueden ocurrir incidencias. “Cuando se paraliza el bombeo por falta de electricidad u otra causa —explicó—, se genera un vacío en las tuberías que las obliga a trabajar en régimen de compresión, lo cual provoca roturas, acentuadas o no, según los años de explotación de las conductoras”.

En ese sentido, destacó que las conductoras de Cuenca Sur eran de las más afectadas, lo cual ocasionaba suspensiones del servicio de hasta 24 horas. “Se destinaron cuantiosos recursos para sustituir un tramo de esa conductora con nuevas tecnologías, más efectivas y resistentes”, señaló. También comentó que las características geofísicas del terreno pueden incidir en el deterioro de una conductora con muchos años de explotación, lo que exige atención permanente.

Avances en la recuperación de trasvases y equipamiento

En otro momento del programa televisivo, la ingeniera Yulian Omar Rodríguez,  informó que de los 12 trasvases existentes en el país, se prevé que seis estén en funcionamiento durante lo que resta de año y el próximo. “Son equipos con mucho tiempo de explotación, y hemos enfrentado una baja disponibilidad técnica”, explicó.

Con el propósito de estabilizar el funcionamiento de estos sistemas vitales, la directiva anunció que la dirección del país destinó alrededor de un millón de dólares para la compra de 18 equipos de bombeo, cifra que representa aproximadamente el 20 % del equipamiento total de los trasvases. “Es un primer paso para trabajar con mayor prontitud en aquellos que requieren estabilidad”, precisó.

Algunos de esos equipos ya han arribado al país y beneficiarán directamente a territorios como Santiago de Cuba, Holguín y al centro del país, mientras otros llegarán entre noviembre y diciembre, lo cual permitirá cerrar el año con una situación más favorable en materia de equipamiento.

Rodríguez destacó también el potencial productivo nacional en este ámbito. “Contamos con tres fábricas y quince líneas de producción que están llamadas a ofrecer soluciones definitivas para el abasto de las comunidades, como ocurre actualmente en la presa La Yaya”, puntualizó.

Las autoridades coinciden en que los esfuerzos actuales no se limitan a enfrentar emergencias puntuales, sino a consolidar un sistema más resiliente y eficiente ante los desafíos climáticos y estructurales. La recuperación de los embalses y la entrada progresiva de nuevos equipos de bombeo constituyen pasos esenciales para estabilizar el servicio.

(Con información de Cubadebate) 

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