En los barrios de la capital, una transformación silenciosa pero constante va tomando forma. No es fruto de grandes inversiones extranjeras, sino del esfuerzo mancomunado de los vecinos y sus representantes gubernamentales, demostrando que la participación ciudadana es el motor más genuino del desarrollo local.

En el consejo popular Santos Suárez perteneciente al municipio  Diez de Octubre, las jornadas de saneamiento han marcado un antes y un después. La recogida de desechos es solo el primer paso; el verdadero reto, y el logro más significativo, reside en la disciplina colectiva para mantener los avances. Este esfuerzo se sostiene en el tiempo gracias al control popular, un mecanismo donde los propios vecinos velan por la conservación de su entorno.

Esta vocación de progreso se replica en el consejo popular Jesús del Monte, donde bajo el liderazgo de su presidenta, Guadalupe Mejías Galup, los espacios públicos recuperan su esplendor. 

El compromiso con la comunidad traspasa las fronteras de los barrios y se integra en el sistema educativo. A través de la vinculación Estudio-Trabajo, estudiantes y profesores se suman a las labores de mejora. En homenaje a la Jornada Camilo-Che y al centenario del natalicio de Fidel Castro, jóvenes del IPU Cristino Naranjo trabajan en el organopónico Celia Sánchez en Marianao y en la propia institución educativa demostrando que la formación académica y el trabajo productivo son dos caras de una misma moneda, formando valores de responsabilidad y compromiso social.

El municipio de La Lisa es ejemplo de cómo el trabajo no se detiene. Allí continúan las campañas de recogida de materias primas, con la participación activa de trabajadores por cuenta propia, quienes han mostrado su disposición a establecer contratos formales con la empresa estatal, fortaleciendo la economía local. Paralelamente, en el Consejo Popular Cano-Bello 26-Valle Grande, los delegados realizaron controles populares para verificar la calidad de servicios esenciales como el Sistema de Atención a la Familia (SAF), la casa de abuelo y la farmacia local. Estas inspecciones vecinales aseguran que las instituciones respondan a las necesidades reales de la población.

Como parte de una estrategia integral de desarrollo, el deporte se erige como una herramienta fundamental. En el marco de un Festival Estudiantil en el barrio de La Timba, el Consejo Popular Vedado fue sede de actividades deportivas al aire libre organizadas por la tropa del Deporte Plaza de la Revolución. La iniciativa, dirigida a los niños de la institución educativa "Gustavo Pozo", reforzó un mensaje claro y contundente: contra las drogas se gana.

Estas acciones, multiplicadas en cada rincón de la capital, reflejan un principio fundamental: el Poder Popular en acción. Son las personas, con su participación constante y desinteresada, las verdaderas arquitectas de un entorno más limpio, organizado y saludable.

Fuente: Perfiles digitales de Facebook de los CAM y AMPP de Plaza de la Revolución, La Lisa, Marianao y Diez de Octubre.