Jilma Madera Valiente (San Cristóbal, 1915 – La Habana, 2000) fue una destacada escultora cubana, reconocida mundialmente por ser la primera y única mujer que cinceló en mármol blanco de Carrara la monumental obra Cristo de La Habana. Vivió gran parte de su vida en el barrio habanero de Lawton, en el municipio Diez de Octubre.

Graduada como Maestra en Economía Doméstica, también fue profesora de inglés. Su verdadera pasión fue el arte, estudiando escultura en la Academia San Alejandro y perfeccionándose en Nueva York y México.

Su fecunda obra abarca desde bustos hasta monumentos, presentes en Cuba y en países como Puerto Rico y Estados Unidos. Entre sus trabajos más emblemáticos están el busto de José Martí en el pico Turquino, donde quedó inaugurado en 1953, y el Cristo de La Habana, obra de 20 metros inaugurada en 1958, que desde 2017 es Monumento Nacional.

Aunque fue una figura clave en las artes plásticas cubanas, por mucho tiempo el nombre de Jilma Madera no fue ampliamente conocido por el público. Su perseverancia y talento la llevaron a dejar un legado imborrable. A partir de 1960, debido a problemas de salud, se dedicó a la promoción cultural y la alfabetización, sin dejar de contribuir a la cultura nacional hasta su fallecimiento.

En su honor, en su localidad natal se conserva una colección de más de mil piezas que resumen su obra y vida artística, destacando su indiscutible aporte a la identidad cultural cubana.

Fuente: Periódico Juventud Rebelde.