
Nuestro Poeta Nacional, el irrepetible “Nicolás Guillén”
Nicolás Guillén por la trascendencia de su obra resulta calificado como el Poeta Nacional. Su nacimiento se produjo 10 de julio de 1902 en la ciudad de Camagüey. Llegó a ser considerado, con el decursar de su fecunda existencia, uno de los poetas más grandes de habla hispana. Desde muy joven comenzó a destacarse como poeta.
Varios de sus primeros poemas fueron publicados en la revista “Camagüey gráfico”.
Con posterioridad, en su propia ciudad natal trabajó como redactor y llegó incluso a ser director de varias publicaciones.
A finales de 1926 Guillén se trasladó hacia La Habana y empezó a colaborar en diferentes periódicos y revistas.
En lo que respecta propiamente dicho a su obra poética, se ha afirmado que él logró incorporar a la poesía los timbres rítmicos del son y encontró el lenguaje idóneo para trasmitir su visión de la realidad cubana que le tocó vivir.
Entre su vasta obra pueden citarse Motivos del Son, Songoro Cosongo, West Indies LTD, Poemas en cuatro angustias y una esperanza, El son entero, Elegía a Jesús Menéndez, La paloma del vuelo popular, Tengo, Che Comandante, La rueda dentada y por el Mar de las Antillas anda un barco de papel.
Nicolás Guillén fue además el Presidente fundador de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, institución creada en nuestro país en 1961. También fue miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Como intelectual revolucionario participó y representó a Cuba en disímiles eventos internacionales y también ofreció conferencias y recitales en diferentes partes del mundo.
Tanto artistas cubanos como extranjeros han musicalizado y difundido poemas de Nicolás Guillén.
Son muchos los poemas de Guillén que cobraron notoriedad tanto en Cuba como a nivel internacional. Citamos tan sólo dos amanera de ejemplo.
Uno es el titulado Los dos abuelos, en el que se refirió simbólicamente al mestizaje de los cubanos y la interrelación entre los provenientes de España y los del territorio africano.
En la parte inicial de dicho poema detalló:
Sombras que solo yo veo,
me escoltan mis dos abuelos.
Lanza con punta de hueso,
tambor de cuero y madera:
mi abuelo negro.
Gorguera en el cuello ancho,
gris armadura guerrera:
mi abuelo blanco.
En otra parte de la citada obra Guillén expresó:
Sombras que solo yo veo,
me escoltan mis dos abuelos.
Don Federico me grita
y Taita Facundo calla;
los dos en la noche sueñan
y andan, andan.
Yo los junto.
El otro poema que señalamos es el que creó especialmente dedicado al Comandante Ernesto Che Guevara en 1967, en ocasión de haberse producido su muerte en Bolivia.
Ese poema él lo leyó ante más de un millón de cubanos que rindieron homenaje al Che en la Plaza de la Revolución José Martí, en la velada solemne efectuada el 18 de octubre de 1967.
En una parte de ese trascendental poema, Nicolás Guillén aseguró al referirse a la presencia permanente del Che Guevara en el seno del pueblo cubano:
Cuba te sabe de memoria.
Rostro de barbas que clarean. Y marfil
y aceituna en la piel de santo joven.
Firme la voz que ordena sin mandar,
tierna y dura de jefe camarada.
Te vemos cada día ministro,
cada día soldado, cada día
gente llana y difícil
cada día.
Y puro como un niño
o como un hombre puro,
Che Comandante, amigo.
En La Habana funciona desde 1991 la Fundación Nicolás Guillén. Cuenta con los auspicios de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC, y de la familia del destacado poeta cubano, quien falleció en La Habana un 16 de julio de 1989.
La Fundación tiene como misión la preservación, el estímulo al estudio y la difusión de la obra literaria del gran poeta, satisfaciendo así una necesidad orgánica de la cultura cubana y contribuyendo en ese empeño al conocimiento y la divulgación de los mejores valores de nuestra cultura.