El día del trabajador forestal se instituyó el 21 de junio de 1975. Los festejos por este día coinciden con el primer día del verano y el mes más lluvioso en Cuba, cuando ya las posturas están en condiciones para ser llevadas a los campos y su siembra en esas condiciones germinan de la mejor manera posible.

El trabajador forestal es aquel que realiza labores directas de roce, plantación, poda, raleo, corta, asereno, madero, cuidado y explotación de bosques, bajo las órdenes del dueño del predio, obra o faena.

Este sector laboral cubano obtuvo por primera ocasión el estímulo por los resultados productivos y ecológicos en 1971, otorgado por el país como recomendación del Congreso Forestal Mundial efectuado en Roma, Italia, aprobado por la Organización de Naciones Unidas para Alimentación y Agricultura (FAO).

Proteger y salvaguardar la flora y la fauna de nuestro país es una de las misiones de estos guardianes del ecosistema, labor que parece sencilla pero requiere de conocimientos, sensibilidad y autoprotección.

Golpes durante la cosecha de madera derivados de cortes y de la caída de árboles, pérdida auditiva provocada por ruidos que generan los equipos utilizados en la tala de árboles, así como enfermedades derivadas por el uso de sustancias químicas, son algunos de los riesgos a los que se encuentran expuestos diariamente estos hombres y mujeres.

Los trabajadores forestales desempeñan un papel fundamental en la preservación de los bosques, hogar donde viven cientos de especies de animales.

Preservar el verdor de nuestros paisajes seguirá siendo el principal reto de estos vigilantes de la naturaleza.

Fuente: Juventud Técnica.

Foto tomada del perfil de Facebook de Juventud Técnica.