Roberto Fernández Retamar se definió a sí mismo esencialmente como un poeta, aunque también realizó una meritoria labor como ensayista, crítico literario, emblemático presidente de la Casa de las Américas en Cuba (1986-2019), y director fundador del Centro de Estudios Martianos.

Su nacimiento  tuvo lugar en la Víbora, La Habana, el 9 de junio de 1930. Hoy estaría recibiendo todo el amor de su pueblo a sus 95 años de vida y pasión por Cuba. Creció entre libros y sobre todo desde muy joven leyó a José Martí, a poetas franceses y libros de literatura general.

Tuvo una formación humanística. Se doctoró en Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana en 1954, posteriormente realiza estudios de postgrado en universidades de París y Londres hasta que en 1981 se le otorgó el Doctorado en Ciencias Filológicas. Desde muy temprano Retamar descubrió el poder de la poesía como arma política.

Su obra poética estuvo inspirada en la historia, la Revolución, la familia, la amistad. En sus ensayos analizó a los seres humanos, su acervo cultural latinoamericano, y la vida y obra de nuestro Héroe Nacional “José Martí”.

"Somos Calibanes que han logrado la palabra". Esta frase, escrita en 1971 por Roberto Fernández Retamar (La Habana, 1930-2019), sintetiza su lucha intelectual: dar voz a los pueblos colonizados de América Latina y el Caribe.

Destacan entre sus obras publicadas; “Ensayo de otro mundo”, “Calibán”, “Para una teoría de la literatura hispanoamericana”, “Introducción de José Martí”, “Algunos usos de civilización y barbarie”, y la antología de ensayos “Para el perfil definitivo del hombre”.

Asimismo, logró editar varios libros como “Alabanzas conversaciones”, “Vuelta de la antigua esperanza”, “Historia antigua”, "Cuaderno paralelo", “Elegía como un homno”, “Circunstancia de poesía”, “Juana y otros poemas personales”, y “Aquí”.

Fernández Retamar, crítico y profesor

El destacado intelectual desempeñó importantes responsabilidades en nuestro país, entre ellas, Director de la Revista “Casa de las Américas”, también fue Director General del Centro de Estudios Martianos y hasta el final de su vida, el 20 de julio de 2010, fungió como Presidente de la Casa de las Américas.

Las diplomantes Gloria Marta López y Ioselanys Boffil, de la Universidad Central "Marta Abreu", de Las Villas, caracterizan a Retamar, a solo dos años de su partida física. Y afirman en su tesina que la poesía de los años 60 está inmersa en los cambios políticos, para presentarse con una nueva concepción sobre la misión del poeta, y una novedosa expresividad, y un coloquialismo espontáneo sin desdeñar la metáfora Lezamiana (José Lezama Lima).

Junto a Retamar aparecen nombres imprescindibles en el panorama literario de mediados de siglo XX: Carilda Oliver Labra, Rafaela Chacón Nardi, Cleva Solís, José Álvarez Baragaño, Fayad Jamís y Pablo Armando Fernández, entre otros.

• Fragmento del poema: “EL OTRO”

Nosotros, los sobrevivientes
¿A quiénes debemos la sobrevida?
¿Quién se murió por mí en la ergástula,
Quién recibió la bala mía
La para mí, en su corazón? 
¿Sobre qué muerto estoy yo vivo,
sus huesos quedando en los míos.
Los ojos que le arrancaron, viendo.
Por la mirada de mi cara.
Y la mano que no es su mano
Que no es ya tampoco la mía.
Escribiendo palabras rotas
Donde él no está, en la sobrevida?

• Hacia el anochecer

Hacia el anochecer, bajábamos
Por las humildes calles, piedras
Casi en amarga piel, que recorríamos
Dejando caer nuestras risas
Hasta el fondo de su pobreza.
Y el brillo inusitado del amigo
Iluminaba las palabras todas,
Y divisábamos un poco más,
Y el aire se hacía más hondo.
La noche, opulenta de astros,
Cómo estaba clara y serena,
Abierta para nuestras preguntas,
Recorrida, maternal, pura.
Entrábamos a la vida
En alegre, en honda comunión;
Y la muerte tenía su sitio
Como el gran lienzo en que trazábamos
Signos y severas líneas.

• Felices los normales

A Antonia Eiriz

Felices los normales, esos seres extraños.
Los que no tuvieron una madre loca, un padre borracho, un hijo delincuente,
Una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida,
Los que no han sido calcinados por un amor devorante,
Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más,
Los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros,
Los satisfechos, los gordos, los lindos,
Los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí,
Los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura,
Los flautistas acompañados por ratones,
Los vendedores y sus compradores,
Los caballeros ligeramente sobrehumanos,
Los hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos,
Los delicados, los sensatos, los finos,
Los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles.
Felices las aves, el estiércol, las piedras.
Pero que den paso a los que hacen los mundos y los sueños,
Las ilusiones, las sinfonías, las palabras que nos desbaratan
Y nos construyen, los más locos que sus madres, los más borrachos
Que sus padres y más delincuentes que sus hijos
Y más devorados por amores calcinantes.
Que les dejen su sitio en el infierno, y basta.

Fernández Retamar y la Biblioteca de “Casa de las Américas”

"Esta Casa no es cubana: es de toda América [...] Un territorio libre donde la cultura resiste al imperialismo".

Para Roberto Fernández Retamar su principio radicó siempre en fomentar un pensamiento descolonizador y socialista, por ello basó su obra y accionar en un antiimperialismo radical con sentido de la unidad latinoamericana y una profunda cultura de resistencia, Para él; "El arte es un campo de batalla donde se libra la dignidad humana".

Ubicada en la calle Línea y G, en el Vedado, la Biblioteca de “Casa de las Américas”, lleva desde hace 5 años el prestigioso nombre de Roberto Fernández Retamar. 

Roberto fue el lector más fiel de la Biblioteca de Casa, y quien más fondos donó a la misma durante más de 50 años. Su primer libro póstumo, “Alternativas de Ariel” está en los fondos de la institución. Entregó, además, textos esenciales sobre José Martí en torno a la descolonización cultural de nuestra América y de todo el Sur.

Influyó en el hecho de que la revista “Casa de las Américas” se convirtiera en una de las más importantes del ámbito hispanoamericano. Fue colaborador de la revista “Orígenes”, y fundador de la revista "Unión" de la UNEAC, esta última con la relevante cooperación de figuras de la talla de Nicolás Guillén y Alejo Carpentier.

En los fondos de la Biblioteca Roberto Fernández Retamar se hallan más de 126 mil libros, 136 mil fascículos de publicaciones periódicas, documentos bibliográficos y hemerográficos. Allí también se custodia el archivo audiovisual de Casa de las Américas.

Esa institución sigue apostando por ser depositaria del pensamiento de Retamar. Hoy su Biblioteca ofrece servicios de consulta y referencia a distancia, así como una asistencia especializada a investigadores. Sus salas funcionan como espacio de exposición, conferencias, conversatorios en los que participan figuras de la literatura y el arte latinoamericano y caribeño.

Desde el año 1998 hasta el 2009, Retamar fue organizador del Coloquio Internacional: “Del Papiro a la biblioteca Virtual”, evento que promovió la participación de bibliotecarios, escritores, editores, especialistas de la información y las comunicaciones, así como educadores populares e investigadores y creadores cubanos y de América Latina y el Caribe.

La biblioteca de CASA cuenta con la aplicación (APK) LIBSAFE, para preservar a largo plazo los objeto digitales. Hoy día una de las principales misiones de la biblioteca es el de promover nuevos y mejores servicios en el entorno del usuario y prepara sus condiciones idóneas para preservar para el futuro los valores patrimoniales que la Casa de las Américas atesora.

Fue un férreo defensor de la Revolución Cubana y abogó por discernir con aquellos que pensaban distinto. Al decir de Eduardo Galeano: "Retamar nos enseñó que ser latinoamericano no es un accidente geográfico, sino un acto de conciencia".

Convirtió la revista “Casa” en una tribuna de pensamiento crítico. Creó redes intelectuales, promovió y dio visibilidad a las culturas indígenas, afrolatinas. Descubrió a la poeta nicaragüense Gioconda Belli, fue el fundador del Premio Literario “Casa de las Américas”

Roberto Fernández Retamar murió en La Habana el 20 de julio de 2019. Su batalla cultural sigue viva, porque convirtió la identidad herida de América Latina en un proyecto de liberación.

Como guardián de la palabra verdadera, Retamar nos alimenta con su legado en la siempre latente y vital Casa de las Américas.