
Efemérides habaneras. 22 de mayo-
1765. Nace en La Habana, Francisco de Arango y Parreño.
Creció en el seno de una familia con recursos económicos. Estudió en el Seminario de San Carlos y después ingresó en la Universidad de La Habana. Dada las condiciones intelectuales que tenía fue enviado por sus padres a continuar sus estudios en Madrid, España, y allí obtuvo el título de abogado en 1789. En el decursar de su existencia desempeñó diversas responsabilidades. Intervino en los trabajos de la Sociedad Patriótica, llamada después Económica de Amigos del País, en la fundación y organización del Real Consulado de Agricultura y Comercio del cual fue nombrado Síndico Perpetuo. A partir de 1803 atendió el cargo de Alférez Real del Ayuntamiento de La Habana y posteriormente fue Asesor de la Factoría de Tabaco. También desarrolló una actividad de carácter político sobre todo en los cortos períodos constitucionales que hubo bajo el reinado de Fernando VII en España. En 1813 fue elegido Diputado por La Habana a las Cortes. A partir de 1834 vive retirado en su ingenio La Ninfa donde recibía a muchos jóvenes que iban a pedirle consejos sobre el porvenir de Cuba.
Su fallecimiento se produjo en La Habana el 21 de marzo de 1837.
1959. El Comandante en Jefe Fidel Castro comparece en el programa Ante la Prensa y dialoga sobre la ley de Reforma Agraria.
Señaló: “Nosotros hicimos la Revolución no para quitar a Batista sino para resolver de raíz todos sus males, y en consecuencia estaríamos traicionando a los hombres que han caído en esta lucha si no tenemos el valor de llevar adelante con todas sus consecuencias las medidas revolucionarias que todo el mundo sabe que nosotros las hemos enmarcado dentro de métodos democráticos y humanos que son los que caracterizan al pensamiento del Movimiento 26 de julio y lo distinguen de toda otra ideología política”.
1980. Fallece en La Habana Graciano Gómez.
Su nacimiento acaeció en La Habana el 28 de febrero de 1895.
Desde la etapa de su niñez sintió una gran vocación por la música. Aprendió el oficio de tabaquero y se desempeñó como operario en diferentes centros laborales de ese sector. Años después realizó una creación musical inspirada en los trabajadores tabacaleros la que tituló El retiro tabaquero. Algún tiempo más tarde formó un dúo y también se presentó en distintos lugares como trovador, incluso amenizó las actividades que se realizaban en los cines luego de la proyección de las películas.
Más adelante formó parte del Quinteto Matancero donde cantaba Barbarito Diez y con la agrupación viajó a varios países del Caribe y también a los Estados Unidos.
Entre sus obras más conocidas se encuentran algunas que han sido interpretadas por generaciones de músicos y que forman parte del repertorio clásico de la música cubana. No pueden dejar de mencionarse, Querendengue, Recuerdo de tradiciones, Qué estamos conversando, Virgen de la Caridad y María Juana, entre otras muchas.
Sus composiciones reflejan la esencia de los géneros tradicionales, combinando elementos del son, la guaracha y el bolero con un toque personal que las hace únicas.
Graciano Gómez Vargas falleció en La Habana el 22 de mayo de 1980. Aunque no recibió en vida todo el reconocimiento que merecía, hoy es recordado como uno de los grandes músicos de Cuba. Hasta la última etapa de su vida se mantuvo relacionado con la música y en la Casa de la Trova, en La Habana, solía reunirse con cantantes y revivir sus sueños y realizaciones.