En el marco del XIII Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) y en vísperas del Día del Campesinado Cubano, se reconoció la labor excepcional de hombres y mujeres que, con sus manos laboriosas y su compromiso inquebrantable, han contribuido al desarrollo agrícola y a la soberanía alimentaria de nuestra Patria.

La ANAP representa lo más noble de las tradiciones campesinas cubanas: sacrificio, dedicación y lealtad a los principios de justicia social y soberanía alimentaria, valores que han sido reafirmados en el acto nacional de imposición de condecoraciones estatales encabezado por el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

En este acto, destacados miembros de la organización campesina recibieron el Título Honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba, un reconocimiento al esfuerzo y la entrega ejemplar en la agricultura. Además, otros compañeros con más de 30 años de trayectoria revolucionaria y laboral en la ANAP fueron distinguidos con la Orden 17 de Mayo, mientras que 39 cuadros y asociados recibieron la Medalla Romárico Cordero por su labor continua en la organización durante más de dos décadas.

Asimismo, se otorgaron la distinción Antero Regalado y el Sello Especial José Ramírez Cruz a numerosos cuadros y asociados en todo el país, destacando la importancia de su trabajo sostenido y comprometido.

Este reconocimiento no solo honra a quienes trabajan la tierra con amor y dedicación, sino que también subraya el papel fundamental de la ANAP en la defensa de la soberanía alimentaria y en la construcción de una sociedad más justa y solidaria. La labor de los campesinos es vital para el desarrollo económico y social de Cuba, y su compromiso con la Revolución se refleja en cada fruto cosechado, en cada hectárea cultivada y en cada esfuerzo por garantizar la alimentación del pueblo.

La presencia en el acto de altos dirigentes del país, como miembros del Buró Político, el primer ministro, y líderes de organizaciones políticas y sindicales, reafirma la importancia que el Estado y la sociedad cubana otorgan a la agricultura y a quienes la hacen posible.

La ANAP y sus asociados son un pilar esencial de la nación, cuyo trabajo incansable y su espíritu de resistencia continúan siendo un ejemplo de patriotismo y entrega para todos los cubanos.

Fuente: Periódico Granma.