
De Fiesta el Son Cubano: 8 de mayo, Día del Son.
Cada 8 de mayo, Cuba celebra el Día del Son Cubano en honor al nacimiento de dos grandes exponentes del género: Miguel Matamoros y Miguelito Cuní. Esta fecha, instaurada por iniciativa del maestro Adalberto Álvarez, rinde tributo a uno de los géneros músico-danzarios más representativos de la identidad nacional, con profundas raíces en la cultura popular y tradicional cubana.
El son cubano, nacido en la región oriental de la isla, es reconocido por su marcada función social y su capacidad de reunir a comunidades enteras en torno a la música y el baile. Por su importancia y trascendencia, en 2012 fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación Cubana.
Las celebraciones del Día del Son Cubano incluyen conciertos, ruedas de casino, clases de baile, paneles teóricos y homenajes a sus grandes exponentes. En La Habana, el festejo destaca con un gran concierto en el Salón Rosado de la Tropical, mientras que en Santiago de Cuba se realiza el Festival Matamoros Son.
El Día del Son Cubano se ha consolidado como una fecha clave en el calendario cultural del país, celebrando un género cuyos valores artísticos y culturales trascienden el tiempo y las fronteras
Es mucho más que una fecha en el calendario: es una verdadera fiesta de alegría, identidad y cultura que refleja el espíritu vibrante y festivo que caracteriza al pueblo cubano. Este género músico-danzario, nacido en el oriente de Cuba y declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, es el alma musical que une a comunidades enteras, invitando a bailar, cantar y compartir en un ambiente de celebración colectiva que trasciende generaciones.
El son cubano no solo es un ritmo; es la expresión más pura de la cubanía, un símbolo de resistencia y creatividad que ha influido en la música mundial y que sigue encendiendo el corazón de quienes lo escuchan y bailan. Como dijo el maestro Adalberto Álvarez, “el son es el padre de todos los ritmos de la música bailable”, y por eso merece ser celebrado con la alegría desbordante que solo los cubanos saben transmitir.
En este día, las calles, teatros y plazas de Cuba se llenan de música y baile: desde las ruedas de casino hasta los grandes conciertos con el Septeto Habanero y otros legendarios grupos, todo es motivo para contagiarse de ese ritmo contagioso que invita a la fiesta y al encuentro social. La celebración es también un homenaje a figuras inolvidables como Miguel Matamoros y Miguelito Cuní, cuyas vidas y obras siguen inspirando a nuevas generaciones.
Así, el Día del Son Cubano se convierte en un motivo para reafirmar la identidad cultural con la alegría y el entusiasmo que caracterizan al cubano, celebrando un género que es patrimonio vivo y latido constante de la isla y su gente. ¡Que siga la fiesta, que suene el son y que nunca falte el baile!