Tanto en discursos como en otros trabajos el máximo líder de la Revolución cubana Fidel  Castro se refirió a las grandes cualidades del Comandante Ernesto Che Guevara.

Nacido en la ciudad de Rosario, Argentina,  el 14 de junio de 1928 el joven Ernesto Guevara conoció a Fidel en México en el mes de julio de 1955. Él había llegado a ese país procedente de Guatemala el año anterior. En la capital guatemalteca vivió la experiencia de apreciar cómo mediante la fuerza resultó derrocado el gobierno progresista de Jacobo Arbenz.

Por su parte Fidel había llegado a la capital mexicana en julio de 1955 después de haber padecido en Cuba el presidio, luego de haber organizado y participado el 26 de julio de 1953 en el asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba.

Les bastó en México una conversación de unas pocas horas para que naciera entre ellos una gran identificación. Fidel entonces en México tenía el propósito de volver a preparar a un grupo de revolucionarios cubanos para retornar lo más pronto posible a su tierra natal para reanudar la lucha contra la dictadura batistiana.

Ernesto Guevara mostró su apoyo a Fidel y fue así como  después de haber participado en los entrenamientos, e incluso haber sido detenido por las autoridades mexicanas por hallarse ilegal en dicho país, que formó parte del grupo de 82 expedicionarios que salieron hacia Cuba el 25 de noviembre de 1956 a bordo del pequeño yate Granma.

El ya conocido como Che Guevara, por su procedencia argentina, entró en contacto con Cuba el dos de diciembre de ese año cuando se produjo el desembarco de los expedicionarios por una zona cercana a la Playa Las Coloradas, en la entonces provincia de Oriente. Tres días después los expedicionarios fueron atacados en forma sorpresiva por soldados de la dictadura lo cual provocó su dispersión.

Sólo un pequeño número de ellos logró eludir la persecución de las fuerzas de la dictadura y en el transcurso de varios días continuaron transitando por zonas rurales hasta, con la ayuda de campesinos, poder rencontrarse con Fidel.

El Che fue uno de los que respaldó con firmeza la decisión de Fidel de proseguir la lucha aún en medio de condiciones extremadamente difíciles.

En el transcurso de las semanas y meses el Che Guevara, de simple médico de la tropa rebelde, se convirtió en uno de los más relevantes combatientes y en correspondencia con ello ya en el mes de mayo, tras haber obtenido la tropa rebelde una singular victoria en el combate del Uvero, Fidel lo ascendió a Comandante y le encomendó dirigir a una Columna independiente donde debían atender a los combatientes rebeldes que habían resultado heridos en el enfrentamiento sostenido en El Uvero.

En los meses siguientes el Che Guevara siguió demostrando sus cualidades, incluso también como uno de los jefes más capaces del Ejército Rebelde y ya en agosto de 1958 Fidel le confió otra difícil misión que él cumplió a cababilidad la de trasladarse al frente una Columna desde la parte oriental de Cuba hacia la central provincia de Las Villas, donde también desarrolló una activa labor política  y militar, que tuvo su punto culminante cuando llevó a cabo el asedio y ataque a la ciudad de Santa Clara.

En la madrugada del primero de enero de 1959 el dictador Fulgencio Batista se fuga de Cuba en unión de algunos de sus más cercanos colaboradores. Entonces elementos reaccionarios intentaron realizar con éxito una maniobra para retener el poder y evitar así que se produjera un auténtico triunfo revolucionario.

Fidel desde la provincia de Oriente ordenó a todos los combatientes rebeldes a mantenerla ofensiva y a su vez le pidió a los Comandantes Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara que se trasladaran con prontitud hacia La Habana para ocupar las principales instalaciones militares, cuestión que ambos garantizaron.

Tras la consolidación de la victoria revolucionaria el Che, más allá del prestigio que había alcanzado, puso de relieve su capacidad, sensibilidad y compromiso con Cuba y su pueblo y en todo momento mantuvo una relación muy estrecha y fraternal con Fidel.

El Che cumplió a cabalidad con las responsabilidades que se le encomendaron y sobre todo igualmente contribuyó con los principios que expuso en cartas, conferencias, trabajos periodísticos y discursos a lograr el desarrollo de la Revolución y la educación política del pueblo.

En abril de 1965, en correspondencia con sus principios internacionalistas, decidió salir de Cuba para dar su contribución a la causa de otros pueblos, y en los lugares donde estuvo, primero en el  Congo Leopolville y después en Bolivia llevó consigo el orgullo de haber sido considerado por el pueblo cubano como un hijo y las enseñanzas que le había brindado Fidel.

En Bolivia libró su último combate el 8 de octubre de 1967. Su vida fue muy breve pero fecunda. Tan sólo su existencia se prolongó por 39 años. Pero hombres como él hacen realidad lo que José Martí dijera cuando aseguró que la muerte no es verdad cuando se cumple bien la obra de la vida.

Acerca de la trascendencia y vigencia de la vida y la obra del Che Guevara, el Comandante en Jefe Fidel Castro habló en varias ocasiones.

De manera muy especial, y en forma emotiva, trató, por ejemplo, en la velada solemne efectuada en La Habana el 18 de octubre de 1967 en la cual alrededor de un millón de cubanos le rendían homenaje al Che en la histórica Plaza de la Revolución “José Martí”

En esa oportunidad Fidel, entre otras múltiples cuestiones que señaló, al referirse a la vigencia que siempre tendría la vida y el ejemplo del Che para nuestro pueblo y para múltiples hombres y mujeres del mundo, lo calificó como símbolo de revolucionario e internacionalista y como ejemplo de las presentes y futuras generaciones de cubanos. 

Precisó que constituyó por sus virtudes lo que puede llamarse un verdadero modelo de revolucionario y además aseguró:

“Y ante la historia, los hombres que actúan como él, los hombres que lo hacen todo y lo dan todo por la causa de los humildes, cada día que pasa se agigantan, cada día que pasa se adentran más profundamente en el corazón de los pueblos.”