
Yanet y la vocación de fundar y servir
Jornadas de trabajo que no entienden de fines de semanas o de descanso, preocupación constante por la vida y los problemas de sus semejantes y humanismo a prueba de desvelos, son rasgos que caracterizan a quien desde muy temprano, con la elección de una carrera profesional dedicada por entero a dar amor, sintió la necesidad de ofrendar su tiempo al trabajo por el bienestar del otro, y de la sociedad cubana.
Así fue como llegó Yanet Hernández Pérez -impuesta hoy de su cargo de Gobernadora de la capital- a fundar su propia “pedagogía de la dirección” y conducir en los últimos años como vicegobernadora las riendas de frentes imprescindibles para el desarrollo de la provincia más poblada de Cuba.
Superación parece ser la palabra que mejor se ajuste a quien tras graduarse de Defectología y emprender sus primeros pasos como psicoterapeuta en la Escuela Especial “Solidaridad con Namibia”, transitó por diversos niveles en el sistema educativo, desde metodóloga, luego subdirectora general y también directora municipal de ese sector, en el territorio habanero de La Lisa.
Fueron esos años los que ayudaron a forjar la madurez intelectual y el dominio pleno de un ámbito -el educativo- que constituye pilar en la formación del individuo y de un país mejor. No en vano las Distinciones Rafael María de Mendive y Por la Educación Cubana, así como el reconocimiento por el aniversario 50 de la Educación Especial, entre otros, cuentan en su hoja de vida como huella de lo aprendido y, sobre todo, de lo aportado a los demás.
Sellan esa etapa de trabajo sus funciones como subdirectora y directora de Educación en la provincia, desde las cuales lideró transformaciones pedagógicas; atendió preocupaciones de padres, alumnos y maestros; enfrentó desde la administración de los recursos las trabas que se imponen en un sector tan sensible a causa del bloqueo estadounidense; escuchó, diseñó, ejecutó y controló.
Como reconocimiento al camino andado y prueba de la confianza depositada en su preparación, ejerció más adelante como asesora de la Ministra de Educación y directora general de Gestión y Relaciones Estratégicas de ese ministerio.
LA HABANA EN EL ESFUERZO Y LA PASIÓN
Desde que en el 2020 asumiera como vicegobernadora de la capital, enormes desafíos colmaron su agenda y la de su equipo de trabajo: el mundo frente a una pandemia que lo mantuvo en vilo, y en La Habana el impacto no fue menor. De inmediato, se volcaron a la estrategia para enfrentar la situación epidemiológica y luego para implementar las medidas de recuperación.
La explosión del Hotel Saratoga en mayo del pasado año sacudió el corazón de todo un país y su ciudad capital, y junto a los escombros, en el puesto de mando creado para ejecutar las labores de escombreo y búsqueda de cuerpos, en el seguimiento a la salud de las víctimas, y en la despedida de los familiares se les vio también, con el hombro amigo y la precisión para conducir las tareas.
Cuando este año volvió a encontrarse en la candidatura para diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular, tal vez los más allegados -sus familiares, amigos y compañeros- no se sorprendieron. Saben de los esfuerzos que implica para la también hija, madre, hermana y vecina, pero conocen de la capacidad de organización y liderazgo que una biografía, por amplia que sea, no puede en pocas líneas recoger.
Yanet integró la Comisión redactora del Proyecto de Constitución de la República de Cuba, aprobado en 2019 por más del 86 por ciento de los votos de la ciudadanía. También acompañó desde su escaño como diputada, miembro del Comité Central del Partido y vicegobernadora, el proceso de consulta popular y referendo para el nuevo Código de las Familias, aprobado con el 66,85 por ciento de los votos válidos emitidos en septiembre del pasado año.
Y tal vez una de las misiones en la cual con más tesón se le ha visto involucrada sea en la transformación de más de 100 barrios habaneros, con prioridad en la atención social a las familias vulnerables, todo ello sin descuidar otros frentes indispensables como la economía, el Programa Nacional contra el Racismo y la Discriminación Racial, el Programa de Adelanto de la Mujer, la Política Demográfica… entre otros.
En la elección del domingo 28 de mayo -realizada por los delegados a las asambleas municipales del Poder Popular- para que en los próximos 5 años asuma la responsabilidad de Gobernadora, se resume el voto por la virtud de quien también, en su alto sentido de la modestia, rehúye de todo tipo de reconocimientos. Ella prefiere el anonimato, el trabajo a deshora, la agenda apretada, y seguirá construyendo caminos por la utilidad y el bienestar de su queridísima Habana.