Representantes de las organizaciones, que acompañaron la carga, coincidieron en que esta responde a la necesidad de apoyar al país frente al bloqueo de Estados Unidos y su recrudecimiento en medio de la Covid-19.

Carlos Lazo, líder del proyecto Puentes de Amor expresó a su llegada: “Sabemos que es un pequeño envío en un mar de necesidades, pero más allá de la misma carga queremos construir, y estos se construyen gramo a gramo”.

La leche en polvo será destinada a hospitales pediátricos de la capital, según informaron.

“Estamos aquí con personas de buena voluntad haciéndole huecos al bloqueo y contra las sanciones que duran más de 60 años y que son un crimen en medio de esta pandemia”, agregó.

Por su parte, Medea Benjamin, representante de Code Pink reconoció los logros de Cuba en la atención a mujeres y niños.

“Como mujer, madre y abuela tengo mucha admiración para el trato que da Cuba a la niñez y me da mucho dolor saber que el Gobierno de Estados Unidos dificulta la importación de insumos”, subrayó.

El esfuerzo de esta iniciativa rompe el cerco mediático y el silencio que quieren imponer sobre el pueblo cubano, dijo el líder de The People´s Forum, Manolo de los Santos. “Entendemos que es importante mostrar lo absurdo de las sanciones al pueblo de Cuba”, enfatizó.

Tras el anuncio de la carga, en días previos a su llegada, el proyecto Puentes de Amor precisó en un comunicado que los fondos recaudados para la leche y el vuelo chárter proceden de una avalancha de donaciones individuales de personas de todo Estados Unidos.

Entre los donadores se incluyen cubanoamericanos, expresión del creciente rechazo de la opinión pública estadounidense a las políticas económicas de su gobierno destinadas a estrangular la economía cubana.