El 10 de abril de 1869 comenzó a sesionar la Asamblea de Guáimaro en la región de igual nombre en la provincia de Camagüey con el objetivo de analizar la situación y el desarrollo de la guerra por la independencia de Cuba que se había iniciado el 10 de octubre del año anterior.

Hasta el día 12 se desarrolló este encuentro entre representantes de los patriotas alzados en armas en Oriente, Camagüey y Las Villas.

En la práctica desde el desencadenamiento de la guerra hasta ese instante habían surgido tres gobiernos, dos banderas y tres mandos militares y aunque todos proclamaban la independencia, tenían diferentes puntos de vista que debían ser unificados en una Asamblea de Representantes. 

La Asamblea a su vez tuvo el propósito de dotar a la naciente República de Cuba en Armas de un gobierno central y una constitución vigente para todo el tiempo que se prolongara la guerra.

La Constitución  aprobada contó con 29 artículos.

En la Asamblea de Guáimaro, se hicieron evidentes importantes contradicciones originadas, entre otros factores, por la especificidad de los intereses regionales y la influencia de distintas corrientes políticas.

Las discrepancias en el curso de las discusiones, más que el resultado de la presencia de personalidades contrastantes, sería el reflejo de la diversidad de matices sociales e ideológicos de las fuerzas allí representadas y de su disímil y limitada experiencia, tanto en lo político como en lo militar.

La Constitución aprobada en la Asamblea de Guáimaro colocó en el centro mismo del poder al órgano legislativo o Cámara de Representantes, integrado por los representantes de cada uno de los cuatro territorios en que se dividía el territorio cubano.

El texto estableció el requisito para elegir y ser electo, reconoció la condición de hombre libre a todos los habitantes de Cuba, así como el deber y el derecho de ser soldados del Ejército Libertador, conjuntamente con otras garantías civiles.

La ley normó la estructura de dirección en los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.

La carta magna fue símbolo de la voluntad institucional de un pueblo dispuesto a ser libre sobre la base de leyes y principios.

Entre sus facultades, además de las propiamente legislativas, figuraban las de nombrar y deponer al presidente de la república y al general en jefe del Ejército Libertador, si bien este último quedaba subordinado al presidente. 

En su primera sesión, la cámara eligió a los que ocuparían los cargos establecidos por el texto constitucional, entre ellos el  Presidente de la República: Carlos Manuel de Céspedes y el Presidente de la Cámara: Salvador Cisneros Betancourt.

Los representantes de los territorios en armas reunidos en la asamblea acordaron que la Constitución regiría el tiempo que demorara la guerra y estuvo estructurada en 29 artículos, en los cuales esclarecía la segmentación de la isla en cuatro Estados con facultades para enviar a la Cámara igual representación.

También en esa Asamblea se acordó que la bandera que había enarbolado con antelación del inicio de la guerra Narciso López fuese acogida como enseña nacional, aunque igualmente se aprobó que la de Carlos Manuel de Céspedes, enarbolada en La Demajagua, el 10 de octubre de 1868,  estuviese junto a la otra donde se produjera la sesión de la Cámara y se considerara parte del tesoro de la futura República.

Tras el triunfo de la Revolución en Cuba, en el año 1959, el Comandante en Jefe Fidel Castro al hablar en actos de carácter patriótico comentó con respecto a la significación de la Asamblea de Guáimaro y la entrada en vigor de la primera constitución que resultó aprobada durante las distintas etapas de la guerra por la independencia de Cuba en el siglo XIX. 

Fidel señaló por ejemplo  en la velada conmemorativa efectuada en La Demajagua por el centenario del inicio de la gesta independentista, el 10 de octubre de 1968: “En Camagüey los revolucionarios desde el primer momento proclamaron la abolición de la esclavitud, y ya la Constitución de Guáimaro, el 10 de abril de 1869, consagró definitivamente el derecho a la libertad de todos los cubanos, aboliendo definitivamente la odiosa y secular institución de la esclavitud”

Y además en el acto realizado en Jimaguayú, el 11 de mayo de 1973, con motivo del centenario de la caída en combate en ese lugar del Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz, Fidel igualmente resaltó: “En Guáimaro, población liberada, se reunieron los representantes de Camagüey, de Oriente, de las Villas y de La Habana para organizar la República, para hacer una constitución, para establecer determinadas formas de gobierno, para conciliar los criterios opuestos. Y allí nació la histórica Constitución de Guáimaro, la elección del Presidente de la República, de un General en Jefe, y el establecimiento de una Cámara de Representantes”.

Fotos tomadas del perfil de @AsambleaCuba en la red social EQUIS (X) anteriormente conocida como Twitter