Interrelacionados en la historia y desarrollo de la música cubana, Frank Fernández y Celina González, también tienen como coincidencia haber nacido en similar día, en este caso el 16 de marzo, aunque en años diferentes.

Frank nació el 16 de marzo de 1944 en Mayarí, entonces provincia de Oriente y Celina en 1929 en una zona rural del actual municipio de Jovellanos, en la provincia de Matanzas,

Frank Fernández es calificado como un poeta del teclado, excepcional, magistral, un intérprete emocionante, sensible y profundo, por diferentes críticos de distintas partes del mundo. Refleja en sus presentaciones un gran virtuosismo y expresividad.

Con el virtuosismo y temperamento que le caracterizan sabe trasmitir las características del compositor o estilo que interpreta y refleja la belleza y la variedad de sus creaciones.  Él tiene a su vez un gran poder de comunicación.

Posee una formación de alto rigor académico y cuenta con un profundo conocimiento de lo mejor de las tradiciones de la música popular. Realizó estudios superiores en el Conservatorio Estatal de Moscú.

Se ha presentado  en forma  exitosa en diferentes países. Varias de sus presentaciones han sido catalogadas como acontecimientos culturales y recibieron elogios de la crítica especializada.

Frank Fernández ha realizado además diversas grabaciones de discos, incluso varias de ellas han sido merecedores del Gran premio del disco, premio a la mejor interpretación y premio de venta nacional e internacional.

Como compositor su labor creadora abarca obras para solistas, orquestas de cámara, orquesta sinfónica, así como para coros, el cine, el ballet y programas de televisión.

También ha impartido cursos y ha ofrecido  clases magistrales en varios países así como ha participado como intérprete y como integrante de jurados de prestigiosos festivales y concursos internacionales.

Por su brillante actuación y trayectoria artística ha recibido  condecoraciones tanto en Cuba como en el extranjero.

De Frank Fernández se ha afirmado que con su capacidad integradora logra fundir mundos sonoros diferentes que se descubren y se complementan gracias a su talento.

De todo ello surge un mágico universo musical en donde señorea, para orgullo de la cultura cubana el arte incomparable del maestro Frank Fernández.

Con respecto a Celina González, considerada como la reina de la música campesina en Cuba, afirmamos que fue una singular artista que llevó la música en el corazón y realmente constituyó y constituye un símbolo de cubanía.

En las creaciones musicales que realizó y también interpretó dejó constancia del gran amor que sintiera por su tierra natal.

Precisamente en una de sus más populares creaciones afirmó con particular elocuencia: “Le canto a Cuba querida, la tierra de mis amores”.

Desde la etapa de su  niñez sintió gran atracción por el canto. Su padre, de origen campesino, solía mientras trabajaba cantar y su madre también le gustaba el canto.

En realidad aunque había bastante pobreza  en su casa siempre estaba presente la música, incluso una hermana suya tocaba el tres y otro hermano el laúd. Al respecto Celina manifestó en una oportunidad al comentar las características y el ambiente de su hogar: “Mi casa era una canturía a toda hora.” 

Cuando ella tenía cuatro años sus padres se trasladaron hacia Santiago de Cuba. En los años de la década del 40 conoció a Reutilio Domínguez en un guateque campesino. Se enamoraron y llegaron a casarse. Fue precisamente en  1947 cuando Celina y Reutilio entrelazaron sus voces en una fiesta popular campesina donde  un empresario le llamó poderosamente la atención ese dúo y decidió presentarlo en la Cadena Oriental de Radio.

El debut de Celina y Reutilio se produjo en el programa Atalaya Campesina que tenía como lema: “Aquí falta la vergüenza de Martí y el machete de Maceo.”

En poco tiempo comenzaron a ganar popularidad. El 2 de noviembre de 1948 llegaron a  La Habana para presentarse  por espacio de una semana en una emisora y fue tal el éxito, particularmente con la creación musical dedicada a Santa Bárbara que recién habían compuesto, que se mantuvo la permanencia del dúo en la capital cubana.  La primera emisora en que se presentaron fue Radio Cadena Suaritos y después también en otras.

Llegaron a convertirse en artistas muy populares y obtuvieron incluso en siete ocasiones el Premio Nacional otorgado por la Asociación de Anunciantes de Cuba y otros galardones.

Igualmente en la prensa nacional se reflejaban con frecuencia trabajos en los que se hacía mención a la calidad del dúo y se resaltaba la labor realizada por ellos como compositores e intérpretes. Celina y Reutilio participaron además en la filmación de películas de ambiente campesino y realizaron giras por varios países.

En 1964 se desintegró el dúo y  Celina decidió actuar como solista y continuó cosechando éxitos tanto en Cuba como en diferentes lugares del mundo donde se presentó. En 1981 ganó el Disco de Plata de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales de Cuba y en dos oportunidades se le confirió el Premio Girasol de la Popularidad que otorgaba mediante escrutinio popular una revista cubana.

En 1984 recibió el Premio a la Mejor cantante en la Feria Internacional de Cali, Colombia y en 1996 la Organización de Naciones Unidas de la Educación, la Ciencia y la Cultura le confirió un especial reconocimiento por su brillante labor. 

Celina González falleció en La Habana el 4 de febrero de 2015.