Especiales

Rating 0 - Votos (0)

98 visitas

publicado el 21/12/2023

Cuba celebra el Día del Trabajador de la Educación

José Martí expresó que un pueblo instruido será siempre fuerte y libre. Teniendo en cuenta éste y otros principios martianos en Cuba, tras el triunfo de la Revolución, lo referido a la educación ha constituido un aspecto de especial significación.


Antes de 1959, la situación de la educación en nuestra nación era extremadamente crítica: 800 000 niños sin escuelas, más de medio millón de jóvenes sin poder estudiar y más de un millón de adultos analfabetos. De cada 100 niños matriculados en las escuelas primarias, 85 no rebasaban el tercer grado y sólo seis llegaban al sexto.

Solamente el 35% de  la población escolar tenía acceso a las aulas de todos los niveles educativos del país, excluido el universitario.

El 47% de los niños y jóvenes comprendidos entre cinco y 19 años no recibían los beneficios de la enseñanza porque no había escuelas para ellos.

En el alegato que pronunció en el juicio por los sucesos del Asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, Fidel Castro había denunciado el estado en que se encontraba la enseñanza en Cuba.

Con posterioridad, incluso durante el desarrollo de la lucha contra la dictadura militar  reaccionaria que existía en el  país, fue  algo que preocupó a los combatientes encabezados por Fidel, quienes combinaron las acciones combativas con la batalla contra la incultura y la ignorancia.

Precisamente en las montañas orientales los integrantes del Ejército Rebelde, realizaron la hermosa tarea de ir enseñando a aquellos campesinos que se incorporaron a sus filas, y también a otros residentes en las zonas liberadas.

Después del triunfo de la Revolución, esa batalla continuó llevándose a cabo. En marzo de 1959 se creó, en el Ministerio de Educación, una comisión de alfabetización, que tuvo la misión de iniciar la promoción de la lucha contra el analfabetismo en diversas zonas del país.

En esa etapa inicial se organizaron más de 800 centros de alfabetización con cerca de 3000 maestros.

Al mismo tiempo se crearon  miles de aulas, se convirtieron los cuarteles en centros educacionales y se exhortó a los jóvenes de la enseñanza secundaria a inscribirse y formarse como maestros voluntarios para después marchar a enseñar en las montañas y otras zonas muy apartadas de Cuba.

En septiembre de 1960, en la Declaración de La Habana que se aprobó en la Asamblea General del Pueblo de Cuba, se condenó, entre otras cuestiones, al analfabetismo.

En ese mismo mes, al hablar en la asamblea de la Organización de Naciones Unidas, Fidel ratificó la decisión de la Revolución cubana de librar la gran batalla de la alfabetización y barrer así las secuelas de varios siglos de explotación e ignorancia.  En 1961, aún en medio de peligros, acciones de las bandas contrarrevolucionarias, e incluso, el ataque de una invasión mercenaria, Cuba logró llevar adelante la Campaña Nacional de Alfabetización.

Todo el pueblo, y muy especialmente, la juventud, que se integró a las Brigadas de Alfabetizadores “Conrado Benítez”, nombre de un joven maestro asesinado por elementos contrarrevolucionarios, participó muy activamente en el desarrollo de esta campaña hasta su culminación exitosa.

Junto a los casi 100 000 brigadistas “Conrado Benítez”, dieron su contribución a este noble empeño decenas de miles de maestros instructores populares, así como otros trabajadores. Se calcula que en total, la fuerza alfabetizadora sobrepasó la cifra de 268 000 personas.

Para enseñar a leer y escribir a los analfabetos se utilizaron como base la cartilla “Venceremos” (que contenía 15 temas) y el manual “Alfabeticemos” (con 24 temas).

Los temas reflejados en la cartilla y el manual estuvieron asociados con la propia vida de los analfabetos y con hechos y aspectos significativos de Cuba, lo cual facilitó el aprendizaje de los que no sabían leer ni escribir.

En menos de un año se logró alfabetizar a más de 700 000 personas, incluidos muchos hombres y mujeres de avanzada edad.

El 22 de diciembre de 1961, en la Plaza de la Revolución “José Martí”, en La Habana, en una gran concentración de las fuerzas alfabetizadoras y el pueblo, se declaró a Cuba como territorio libre de analfabetismo.

Precisamente  Fidel señaló en esa oportunidad:

 “Vamos a proceder a izar la bandera con la que el pueblo de Cuba proclama ante el mundo que Cuba es ya Territorio Libre de Analfabetismo.

“Ningún momento más solemne y emocionante, ningún instante de júbilo mayor, ningún minuto de legítimo orgullo y de gloria, como este en que cuatro siglos y medio de ignorancia han sido derrumbados.

“Hemos ganado una gran batalla, y hay que llamarlo así: batalla, porque la victoria contra el analfabetismo en nuestro país se ha logrado mediante una gran batalla, con todas las reglas de una gran batalla. Batalla que comenzaron los maestros, que prosiguieron los alfabetizadores populares, y que cobró extraordinario y decisivo impulso cuando nuestras masas juveniles, integradas en el ejército de alfabetización "Conrado Benítez", se incorporaron a esa lucha  Y cuando todavía hacía falta un esfuerzo mayor, llegó un nuevo refuerzo, el último refuerzo, el refuerzo de la clase obrera directamente, a través de millares de brigadistas "Patria o Muerte"

Varios años después, al evaluar el informe presentado por Cuba, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), destacó los resultados de nuestro país en esa gran campaña de alfabetización.

Con posterioridad en Cuba se continuó trabajando en la ampliación  y desarrollo de la educación en el país. Se llevaron adelante las campañas por el sexto y noveno grado, respectivamente, se  crearon centros especiales, tecnológicos, universidades y de manera esencial se ha garantizado que todos los cubanos hayan tenido la posibilidad de estudiar en forma gratuita desde la enseñanza primaria hasta otros niveles superiores.

Desde hace años en nuestro país se celebra cada 22 de diciembre el Día del Trabajador de la Educación, como recordación de manera simbólica a la fecha en que en Cuba se proclamó la erradicación  del analfabetismo.

Se le rinde merecido homenaje a todos aquellos que con su abnegada labor contribuyen a la formación y desarrollo constante de niños, adolescentes, jóvenes, y hasta adultos mayores, y que con su quehacer constante  hacen realidad lo expuesto tanto por Martí y Fidel en lo referido al papel de la educación.


José Martí, nuestro Héroe Nacional, también aseguró:

“Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido: es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente hasta el día en que vive: es ponerlo al nivel de su tiempo: es prepararlo para la vida.”

Y Fidel igualmente enfatizó:

“Siempre he pensado que la educación es una de las más nobles y humanas tareas a las que alguien puede dedicar su vida. Sin ella no hay ciencia, ni arte, ni letras; no hay ni habría hoy producción ni economía, salud ni bienestar, calidad de vida, ni recreación, autoestima, ni reconocimiento social posible.”


 

Su opinión importa
Déjenos sus comentarios

Tenga en cuenta que:

  • No debe usar palabras obscenas u ofensivas.
  • Deben estar relacionados con el tema.
  • No se publicaran los que incumplan las políticas anteriores.




0 comentarios insertados